Pasaban buscará el pleno en 2010

Bilbao. Sin el Shisha Pangma, pero con la moral tan alta como los ochomiles que acumula. Así aterrizó en Madrid la guipuzcoana Edurne Pasaban tras regresar del Tíbet, donde intentó inútilmente el asalto a la decimotercera cumbre del planeta. Aunque Pasaban y sus compañeros de Al filo de lo imposible tuvieron que renunciar a los 8.046 metros de la cima, en la primavera de 2010 intentarán el asalto al Annapurna, el que sería su decimotercer ochomil, antes de intentar un nuevo asalto al Shisha Pangma. Y es que la tolosarra fue tajante: "Volvemos por cuarta vez sin cumbre del Shisha, pero esto nos dará más fuerzas para continuar el proyecto. Intentaremos y terminaremos los catorce ochomiles en 2010".

Como otros muchos montañeros, Pasaban pretendía dejar para el final el Annapurna, la más fácil de las catorce cumbres de la tierra, pero el mal tiempo reinante en el Himalaya le impidió tan siquiera intentar un ataque real, porque el viento se llevó todo el campamento y materiales que tenían preparado a 6.200 metros de altitud.

Aunque su plan inicial ha quedado roto, la montañera guipuzcoana no tiene intención de realizar ninguna locura por ser la primera mujer en completar la lista de los catorce ochomiles. Con la coreana Oh Eun-Sun a la cabeza de la carrera, con trece cimas en su morral, Pasaban reconoció que "no entra en los planes del equipo ir como locos en invierno al Shisha Pangma" para igualar con la alpinista asiática, con la que sí cree que coincidirá en el Annapurna "en primavera, porque es una montaña a la que no se puede ir en otoño".

Pasaban, que recibirá el premio Lan Onari que otorga el Gobierno vasco, reconoció que la experiencia que ha tenido en el Shisha "ha sido muy grande", ya que "si volvías sin coronar, era como si se cayera el mundo y esta vez ha sido al revés".