bilbao. Un día se consideró Dios. O al menos su mano en la Tierra. Después descendió a los infiernos, de donde fue rescatado para guiar a su Argentina a la gloria perdida. Pero la sabiduría que El Diez mostró sobre el verde no supo transmitirla desde el banquillo. La albiceleste penaba con más pena que gloria por la fase de clasificación suramericana para el Mundial de Sudáfrica 2010. Buenos Aires y la Pampa entera temblaban ante la posibilidad de que su selección no lograra el pase ni accediera a la repesca. Perú y Uruguay eran los rivales que se interponían en el camino para cruzar el charco. Entonces llegó el milagro. La intervención divina. Martín Palermo marcó el sábado el tanto de la victoria en el minuto 92 ante los franjirrojos. A Diego Armando Maradona y sus chicos les quedaba el último escollo. La batalla del Mar del Plata. Necesitaban puntuar en Montevideo. Y no sólo lo hicieron, sino que Bolatti desató la euforia con su gol en el minuto 85. Argentina estará en Sudáfrica, junto a Brasil, Chile y Paraguay. Uruguay tendrá que pelear, contra Costa Rica, por el puesto que reparte la repesca.

Diego no perdonó la ocasión. "Tengo memoria, hermano. Al que no creía, a los que no creyeron, con perdón de las damas, que la chupen y que la sigan chupando. Soy blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida; sigan mamando, ustedes me trataron como me trataron...".

El Pelusa volvía a renacer de sus cenizas. Y sacaba a relucir toda la amargura y resquemor que acumuló en su infancia en Villa Fiorito. "A los que me trataron como una basura, hoy estamos en el Mundial, adentro, sin ayuda de nadie, con todos los honores, le ganamos a un equipo como el uruguayo como hombres".

No acabó ahí la diatriba. Maradona, que se fundió en un abrazo con Carlos Bilardo, secretario técnico de la Federación Argentina, negó que hubieran existido roces entre ambos. "Que me la sigan chupando. Inventaron que yo estaba peleado con Bilardo. Si ustedes llaman por teléfono y le dan la información equivocada es su problema. Nunca estuvimos peleados". Y advirtió: "Hay un montón de cosas que vamos a resolver ahora que estamos clasificados".