La revista Rockdelux sigue de celebración. Estandarte de la música popular más alternativa e iconoclasta en las cuatro últimas décadas y ahora digital, con solo dos números anuales en papel, acaba de lanzar a los kioskos un número enciclopédico de 200 páginas con el que celebra su ejemplar 400. Por ello, tira de recuento con los mejores discos del siglo actual. La lista, que en realidad son nueve, distribuidas en varios estilos, incluye siete discos de artistas vascos entre los mejores 80 del milenio actual, firmados por Lisabö, DUT, Anari, La Bien Querida, Single y Rafael Berrio.
Tras su último número en papel, editado el pasado diciembre y en el que se seleccionó a los 200 artistas más relevantes desde la fundación de la revista en 1984, no solo en el aspecto musical, también en cine, literatura, televisión y cómics, entre otras disciplinas, la revista agrupa ahora una selección de los 400 mejores álbumes de lo que llevamos de siglo XXI, acotados entre el año 2000 y el 2024.
“En esta ocasión, las listas se agrupan por estilos más o menos generalistas (pop-rock, folk, electrónica, jazz, hip hop, dance-pop, worldbeat, punkcore y lo que podríamos denominar “producto nacional”), pero abiertos a diversos puntos de fuga que amplían el campo de selección”, explica Santi Carrillo, su director. En cada uno de los bloques se incluyen 40 álbumes, exceptuando el apartado “Made in Spain”, que consta de 80.
Luís Lles, otra voz autorizada de Rockdelux, habla de “una visión de gran angular” a la hora de configurar las listas con “algo de objetividad y mucho de subjetividad”. En el caso de las estatales, los dos primeros puestos los acapara Rosalía, con El mal querer y Motomani, respectivamente, seguidos por Los Planetas y La leyenda del espacio; Nacho Vegas con Cajas de música difíciles de parar, y Mala Rodríguez con el pionero Lujo ibérico.
Avanzadilla vasca
El primer nombre vasco que aparece en esta lista de lo mejor del milenio es Lisabö, con Animalia lotsatuen piztua (2015). Tercer disco de los gipuzcoanos y una de las cumbres del rock y el post hardcore reciente, se sitúa en el puesto 8 de los 80. La banda coloca también su álbum Ezkelekuak (2007), el primero que editó su propio sello, Bidehuts, en el puesto 19.
Además de la mezcla de ruido, poesía, catarsis y desazón existencial de Lisabö, que sigue la senda abierta por Shellack y Fugazi, aparece en el nº 33 1971, disco de la resurrección del donostiarra y añorado Rafael Berrio en solitario con el apoyo de Joserra Senperena. Subiendo en la lista nos enconteramos con Single, el dúo creado por Ibon Errazkin y la vocalista Teresa Iturrioz. Su disco Rea, situado en el n.º 42, es una delicia de reggae aderezado con encanto melódico, music hall y R&B en canciones como Me enamoré.
Completan la lista de autores vascos la vizcaina Ana Fernández–Villaverde, conocida como La Bien Querida, con su Romancero (2009), en el puesto 41; el grupo euskaldun y ya extinto DUT, en el 57 con Askatu korapiloa (2000), su último álbum tras una trayectoria sin mácula de andanadas post harcore que incluyó un trabajo mítico compartido con Fermín Muguruza, y Anari, con Zebra (2005) en un –en mi opinión– lejano puesto 63 y con la colaboración de Karlos Osinaga, de Lisabö.
Resto de listas
Esta visión “de gran angular” que caracteriza a la revista, (casi) siempre desde un prisma alternativo de visión crítica y minoritaria, se plasma en el resto de listas, que vamos a dejar entre interrogantes –hay que comprar la revista– aunque lanzamos una serie de nombres –Radiohead, Nick Cave, Portishead, Scott Walker, Floating Points, Björk, Sufan Stevens, The Swans, Kendrik Lamar, Burial, Wilco, Teggo Calderón...– que abren el apetito del consumidor avezado en un verano perfecto para recuperar o descubrir en el estío decenas de discos y artistas maravillosos.