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Ezkerraldea

El dibujo industrial de D’Abraira toma Rialia

El museo jarrillero acoge hasta el 31 de agosto la muestra D’Abraira, panorámicas dibujadas de la industria de Bizkaia

El dibujo industrial de D’Abraira toma RialiaM. A. P.

En la época en la que la fotografía no estaba tan desarrollada, el dibujo era una herramienta indispensable para definir paisajes y edificios. Uno de los grandes maestros del dibujo industrial fue el bilbaino Gerardo D’Abraira y de su talento y pulso salieron grandísimos dibujos e ilustraciones con las que grandes empresas industriales de Euskadi pusieron imagen a sus instalaciones.

Una decena de esas grandes obras se pueden contemplar hasta el próximo 31 de agosto en el Museo Rialia de Portugalete que acoge la exposición D’Abraira panorámicas dibujadas de la industria en Bizkaia. “Con esta muestra buscamos, manteniendo la esencia industrial de Rialia, presentar al público una figura no tan conocida como es la de Gerardo D’Abraira, un artista que se afanó en plasmar visualmente el poderío del sector industrial vasco”, señaló Estibaliz Freije, edil de Cultura del Ayuntamiento de Portugalete. Esta muestra cuenta como comisario con Javier González de Durana, profesor de Historia Contemporánea de la UPV-EHU, asesor de Bellas Artes del Gobierno vasco y exdirector de la Sala Rekalde, el Museo Artium y el Museo Balenciaga de Getaria.

La exposición muestra, al detalle, la labor artística de D’Abraira.

Entre las obras de D’Abraira que se están exponiendo en Rialia destacan dos que ya pertenecen a la colección permanente de la pinacoteca portugaluja como es Convertidores Bessemer de Altos Hornos de Vizcaya. Esta obra es la última incorporación a la exposición permanente, pero en el marco de esta exposición se pueden disfrutar de otras joyas artísticas como las obras que reproducen las instalaciones de Babcock&Wilcox. “Gerardo D’Abraira es una página olvidada de la historia de la industrialización en nuestro país y que ésta exposición rescata del olvido. Él fue el gran especialista en vistas panorámicas industriales realizadas en los años 40, 50 y 60”, reconoce Javier González de Durana. En esta muestra se pueden ver algunos de aquellos primeros trabajos realizados por encargos de empresas industriales vascas a D’Abraira, unas obras que por su precisión y definición hicieron que el nombre del dibujante bilbaino sobrepasase las fronteras vascas y fuesen también empresas del Estado las que solicitasen al artista la realización de distintas obras con las que dar imagen al poderío de cada empresa. “Su nombre corrió de boca en boca por su buen trabajo y todo tipo de establecimientos industriales del Estado le pedían que hiciera dibujos de sus instalaciones. Eran retratos de las instalaciones que hacía bajo demanda, supeditaba su gran talento como artista a las demandas de las empresas”, desarrolla González de Durana.

La exposición consta de una decena de obras de D’Abraira.

Así las cosas, las obras realizadas por D’Abraira tenían como destino final los despachos de las direcciones de las empresas o las salas de reuniones de las compañías, por lo que sus trabajos se convirtieron en parte importante del paisaje de las salas nobles de no pocas empresas del Estado. Si la exposición busca rescatar del olvido la figura de Gerardo D’Abraira, la organización de la muestra también ha servido para rescatar no pocas obras del autor bilbaino. Y es que, en los 80 y 90 con la crisis industrial que provocó el cierre de no pocas empresas, se perdió el rastro de algunos de los impresionantes dibujos industriales realizados por D’Abraira. “Han sobrevivido pocas imágenes a aquella crisis porque algunas obras acabaron en la basura. Me consta que D’Abraira hizo más de 120 dibujos y, de momento, tenemos localizados 30, aunque creemos que aparecerán muchos más. Esperemos que esta exposición sirva para que aparezcan muchas más”, concluyó González de Durana.