La directora bilbaína Arantxa Echevarría ha vuelto a San Sebastián para rodar Cada día nace un listo, una comedia negra que le viene bien para respirar “un poco de buen rollo” después de una película “tan intensa” como La infiltrada, que le dio su segundo Goya, esta vez a la mejor película tras el de mejor dirección novel por Carmen y Lola.
Esta aficionada del Athletic se encontraba este lunes en campo rival, el de la Real Sociedad, a la espera de que aterrizara un helicóptero en el centro del estadio para filmar una de las escenas de su nuevo trabajo, que nada tiene que ver con “la comedia familiar”.
“No es una comedia blanca de poder ir con los niños pequeños al cine, es un poquito más macarra. A mí me gusta mucho cambiar de género, creo que la comedia es el más difícil de todos, con mucho, y para mí es un reto siempre”, explica a Efe la realizadora sobre este proyecto, para el que ha contado con un reparto encabezado por Hugo Silva, Susi Sánchez, Dafne Fernández y Jaime Olías.
Echevarría se ha colocado esta vez tras la cámara para abordar la historia de un famoso venido a menos al que el hijo de un empresario propone robar un valiosísimo cuadro de la casa familiar.
Para llevar a cabo el golpe, Toni, al que un talent show lanzó a la fama, busca dos aliados: la Mari y el Gallego, con los que forma un equipo en el que cada uno persigue sus propios intereses.
Una sátira como esta le ofrece “muchas más posibilidades de meter el dedo en la en la llaga y en la herida” sin que nadie te diga nada. “No tenemos límite ni censura en esta comedia, podemos jugar un poco más a lo bruto y a reírnos un poco más de los grandes poderosos y de estos míseros que intentan ser poderosos y nunca llegan”, explica sobre esta producción de LaZona y Atresmedia.