La de este jueves ha sido la última vez en la que Juan Ignacio Vidarte presenta una exposición como director del Guggenheim Bilbao, cargo que ostenta desde la apertura del museo en 1997. Y aunque reconocía que era "un momento agridulce", se felicitaba de despedirse del cargo inaugurando in situ: Refik Anadol, una muestra que es reflejo de la aplicación de la Inteligencia Artificial en la creación artística. Una coincidencia que le llevaba a un reflexión que compartía con los presentes en el auditorio del museo: "La vida es estupenda".
Vidarte, que ha sido ovacionado por los periodistas y los invitados presentes en la rueda de prensa, agradecía la "casualidad" que ha permitido que su adiós coincida con la puesta de largo de la exposición del turco Refik Anadol, pionero del arte algorítmico. A su juicio, la muestra supone para el Guggenheim Bilbao "estar abriendo un nuevo capítulo en su vida, no solo porque estamos inaugurando este ciclo, sino porque estamos dando acogida a una obra basada en una tecnología que va a permitir que esa obra esté permanentemente viva y cambiante a lo largo, del tiempo". En ese sentido, remarcaba que "eso es algo único y especial en la vida de este museo y por eso me hace especial ilusión que coincida con este momento".
Relevo al frente
Tras agradecer a los medios de comunicación "el respeto y la atención" mostrada durante sus años al frente del Guggenheim, Vidarte expresaba su convencimiento de que "seguirá siendo así" en la nueva etapa que se abrirá el próximo 1 de abril, cuando le releve en el cargo Miren Arzalluz, presente este jueves en el acto de presentación de la exposición de Refik Anadol, la primera de la serie in situ, que reunirá obras de artistas contemporáneos creadas específicamente para espacios ubicados en el museo bilbaino.