‘De vocación: conservera’, un homenaje a la aportación de las mujeres a la historia
La sala de exposiciones de las Juntas Generales de Bizkaia en Bilbao ofrece esta muestra hasta el próximo 25 de abril
La sala de exposiciones de las Juntas Generales de Bizkaia en Bilbao acoge hasta el próximo 25 de abril una muestra sobre el oficio de las conserveras que reúne fotografías, documentos, la reproducción de un cuadro, un vídeo con testimonios y diferentes utensilios como herramientas de trabajo, redes, cestos o ropa. La exposición De vocación: conservera, que fue presentada ayer, se enmarca en la apuesta de la Cámara vizcaina por ofrecer “un altavoz a las mujeres que en el pasado contribuyeron con su trabajo al progreso del territorio”.
En esta ocasión, coincidiendo con la próxima celebración del 8 de marzo, homenajea con la edición de un libro y el montaje de esta exposición el oficio de las conserveras, “aquellas mujeres que desde el siglo XVI se han dedicado a transformar el pescado en las lonjas de los puertos del territorio. Mujeres que con su fuerza, tesón y determinación se convirtieron durante siglos, sin saberlo, en piezas fundamentales del desarrollo económico de Bizkaia, pese a que su trabajo fue, como en el caso de otros oficios en los que la mujer jugó un papel crucial, largamente invisibilizado por la sociedad”, remarcó la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui.
Durante los últimos años, el Parlamento vizcaino ha ido “reivindicado y visibilizado” los trabajos realizados por mujeres, tanto aquellos que “socialmente eran aceptados, como otros menos reconocidos”. El año pasado la iniciativa se dedicó al oficio de cargueras portuarias y este se centra en las conserveras. Con De vocación: conservera, se pretende “rescatar del olvido ese oficio que también fue una realidad entre las mujeres de muchas generaciones”, destacando que intervinieron “no solo como trabajadoras, sino también como empresarias”.
A través de la documentación existente y, en especial, del estudio realizado por Amaia Apraiz Sahagún y María Romano Vallejo –en el que se basa la muestra–, se conoce que hubo mujeres conserveras desde el siglo XVI. El oficio sigue existiendo, si bien, “gracias a las mejoras laborales y al desarrollo tecnológico, el trabajo no se parece en nada al de otras épocas”, precisan.
Apraiz y Romano ofrecerán e martes 11 de marzo una charla (18.30 h) en la Sala de Conferencias de las Juntas para “contar de primera mano la historia de las conserveras que se recoge en este libro” que han elaborado y después se hará una visita guiada por la sala de exposiciones. La entrada será libre hasta agotar el aforo.
La Cámara vizcaína ha recopilado en la muestra fotografías, documentos, litografías, la reproducción de un cuadro, un vídeo con testimonios y diferentes utensilios (herramientas de trabajo, redes o ropa) sobre esta labor “tan importante para la supervivencia del tejido empresarial de los puertos pesqueros de Bizkaia”.
El material expuesto forma parte del trabajo de investigación que Apraiz y Romano, expertas en patrimonio cultural, han reunido en un libro que también lleva por título Las mujeres de la conserva. De vocación: conservera.
Las autoras han contado con el apoyo de entidades públicas y privadas que han cedido material para completar el trabajo: las conserveras Campos, Zallo, Arroyabe, Ortiz, Serrats y Olasagasti, el Museo de Bellas Artes, el Museo Vasco, Arrantzaleen Museoa, Archivo Histórico Foral de Bizkaia, Asociación Kaia Elkartea de Santurtzi, la familia Garavilla, la familia de Jon Fernández García de Iturrospe e Iñaki Markaida.
VISIBILIDAD
En la presentación de la exposición, que estará abierta en Bilbao hasta el 25 de abril, Otadui, explicó que esta exposición pretende volver a reivindicar “la contribución real de las mujeres en nuestra historia, dotándolas de una visibilidad que durante siglos no han tenido”. Según destacó, la institución que encabeza siempre ha querido ser cercana a la sociedad a la que representan y, más allá de su función, “ha adoptado una actitud dinámica de cara a la sociedad, apoyando proyectos que van más allá de nuestra labor legislativa”. En este sentido, Otadui quiso recordar que “lo hemos hecho en el arte, la historia o el patrimonio y, desde hace años, también en la lucha por avanzar en la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres”.