Aunque de manera global las industrias culturales todavía no han normalizado sus números previos a la pandemia, sí lo ha hecho la música en vivo, especialmente la popular, la correspondiente a los conciertos de pop y rock, principalmente. En el caso de Euskadi, las casi 4.000 representaciones organizadas en 2023 generaron casi 37 millones de euros, gracias al peso de los festivales, con una asistencia que no está lejos de los dos millones de personas, según datos de la Sociedad General de Autores (SGAE) a los que ha podido acceder DEIA.

Había ganas de marcha después del encierro provocado por la pandemia, especialmente entre los más jóvenes, según lo constata el balance realizado por la Fundación SGAE sobre las industrias culturales en 2023 en todo el Estado. Tras analizar más de 170.000 espectáculos en vivo el año pasado, los números no mienten: la música popular, incluidos los festivales, se disparan en el ámbito estatal debido, principalmente, al sector más joven del consumidor.

Consumo cultural espoleado también por políticas públicas como el Bono Cultural Joven y que se manifiesta al alza también en el consumo de música grabada con una recaudación de 465 millones, en el caso relativo a Euskadi la música popular, mayormente de pop y rock aunque incluye también otros estilos como blues, folk o jazz, tuvo casi 3.900 representaciones el año pasado, concretamente 3.887, lo que supone un incremento de un 4,1% respecto al año anterior y casi un 22% respecto a los dos años posteriores a la pandemia.

MACROFESTIVALES

En el apartado de asistencia, casi dos millones de personas asistieron a los conciertos citados, incluidos los ofrecidos por los macrofestivales –Bilbao BBK Live, Azkena Rock, BIME, Esférica Rioja Alavesa, el Dantz donostiarra, citas con el jazz y el folk en las capitales y Getxo...–. Fueron concretamente 1.861.620 vascos y vascas quienes disfrutaron de la música popular en directo, cifra que se dispara hasta un 14,9% más que el año anterior y un 1,3% respecto al periodo 2019-2.022.

El poderío económico que atesoran los conciertos de música popular, más allá de su componente hedonista y de ocio, se revela al analizar la recaudación lograda el año pasado por esos casi 4.000 conciertos a los que asistieron cerca de dos millones de personas, la mayoría jóvenes. El balance refleja que se recaudaron, sumado los ingresos de los macrofestivales, casi 37 millones de euros, lo que supone un 29.6 más que en 2022 y un 33,5% por encima del periodo 2019–2023.

Música clásica y otras artes

Los números son igualmente halagüeños en el caso de la música clásica en Euskadi. El año pasado se programaron 1.403 conciertos, más de un 20% respecto al año anterior, lo que supuso una asistencia que se acercó al medio millón de personas, un 38,2% más que el anterior aunque un 26% menos que en el periodo 2019-2013. Estas cifras se concretan en una recaudación de 3.1 millones de euros, un 26,1% más que el año anterior.

Respecto a las artes escénicas, subieron un 4,1% respecto a 2022, gracias a la asistencia de 641.000 personas , que dejaron en taquilla más de 8,3 millones de euros, un 10% más. En el caso del cine, hubo algo más de 150.000 representaciones, que movieron más de 33 millones de euros –nada menos que un 56% más– gracias a los 3,8 millones de vascos y vascas que se acercaron a las salas a retirar sus entradas.

Música grabada

465 millones de euros recaudó en Euskadi en 2023 la música grabada, espoleada por iniciativas como el bono joven.

Conciertos. En concreto, un total de 1.861.620 vascos y vascas disfrutaron de la música popular en directo, cifra que se dispara hasta un 14,9% más que el año anterior.

Localizador. Las casi 4.000 representaciones musciales organizadas en 2023 generaron casi 37 millones de euros, gracias al peso de los festivales.