Los legendarios Platero y Tú, cuyo repertorio sigue sonando hoy en los escenarios en la gira actual de La Gripe, grupo compuesto por dos de sus exmiembros, acaban de reeditar uno de sus discos icónicos, el directo A pelo (Dro), disponible por vez primera en el formato de triple vinilo. Pedazo de historia del rock callejero vasco y estatal, su título surgió en el bar bilbaino Umore Ona, “entonces sede del grupo en lo Viejo de Bilbao”, explica a DEIA José Antonio Gómez, productor de la época del cuarteto vizcaino.
A finales de 1995, cuando Platero y tu gozaban de una salud arrolladora y ya tenían a sus espaldas cinco álbumes de estudio, decidieron plasmar en un disco toda la artillería de su directo. Y no era poca, ya que ya habían convertido en éxitos canciones como Tras la barra, Un ABC con letras, María Madalenas, Juliette, Voy a acabar borracho, Hay poco rock´n´roll, El roce de tu cuerpo y Ramón, entre otras. La sección rítmica de los Platero –Juantxu al bajo y Jesús a la batería, hoy en La Gripe– está tocando estas canciones en una gira especial dedicada a su antiguo grupo.
Para registrar el disco grabaron en algunas de las salas y recintos más icónicos del momento con una unidad móvil creada para la ocasión. El recorrido comenzó el 25 de noviembre en Barcelona, en la Sala Arzobispo, donde la banda integrada por Iñaki, Fito, Jesús y Juantxu, prendió fuego a la noche con su carga de rock crudo y letras afiladas.
Le siguieron otras actuaciones inolvidables en el Coliseum de La Coruña, el 16 de diciembre, antes de llegar a Madrid, donde se registró un concierto demoledor en la Sala Canciller, el templo del rock en la capital. Finalmente, la banda cerró esta tanda de grabaciones con dos actuaciones en su tierra natal, Bilbao, en el Kafe Antzokia, los días 28 y 29 de febrero de 1996. De hecho, en el disco se oye cómo se presenta al grupo en euskera en la segunda de estas citas.
“Las mejores tomas de estos conciertos fueron recogidas en el que sería su primer álbum grabado en directo: A pelo, que fue publicado por el sello DRO en mayo de 1996”, recuerdan desde el sello rockero, hoy integrado en la multinacional Warner. A Pelo se consolidó como uno de los discos en vivo más representativos del rock estatal de los años 90. El álbum, producido por la propia banda, captura toda la energía que el cuarteto desataba en cada actuación y es considerado “un testimonio ineludible de la banda en su mejor momento” sobre los escenarios.
Historia y anécdotas
Esta grabación ve la luz por primera vez en formato vinilo en una edición limitada de tres LPs que recoge todos los temas, incluidos los bonus track, permitiendo a los oyentes zambullirse en los momentos clave de los conciertos. Además, ofrece una carpeta llena de fotos inéditas de estos recitales, lo que lo convierte en una joya para los coleccionistas y fans que quieran revivir la intensidad y crudeza del auténtico sonido en directo de la banda lidera por Fito e Iñaki ‘Uoho’ Antón.
El disco ofrece la versión más sincera y salvaje de los Platero y se completó con un VHS ahora reconvertido en DVD que contiene entrevistas, temas en directo y videoclips, con la imagen y sonido restaurados. El disco está presidido por un título cedido por Polako, por entonces batería de Flying Rebollos y hoy mánager de Fito. “Nació de Polako cuando vio la foto de Juantxu con su melena al bajo. Fue en el Umore Ona, que era como la sede del grupo en lo viejo de Bilbao”, indica Gómez.
El por entonces productor del grupo, que ejerció como tal entre 1991 y 1999, también rescata para DEIA la anécdota de la foto de portada, elegida por él mismo y el diseñador de discos DRO, Manolo Guío. Salió del excelente reportaje realizado por Javier Salas. “La foto de la melena oscilante de Juantxu resultaba fascinante”, apostilla Gómez.
A pesar de convertirse en icónica, esa imagen no estaba en los planes iniciales para presentar el disco. El grupo tenía previsto destrozar una guitarra en el escenario “para animar el bolo, así que me tocó comprar una baratita para tal fin”, rememora Gómez. El intento de emular la mítica foto de The Clash en la portada de London Calling, quedó en nada al final.
“Le recomendé a Javier, el fotógrafo, que estuviera pendiente de ese momento para plasmarlo. Cuando sucedió, se daba la circunstancia de que se le había terminado el carrete de la cámara y lo estaba cambiando”, explica Gómez. “Cuando le pregunté si tenía la imagen me explicó tal circunstancia y le dije que tomara imágenes de los trocitos de la guitarra rota. Él me contestó que no quedaban porque los había pillado todos el público”.