Miren Arzalluz (Bilbao, 1978) siempre ha sido una mujer inquieta. No ha dejado de moverse: de Bilbao a Londres, donde descubrió su pasión por la moda en su sentido más académico, y de ahí a Amberes y vuelta a País Vasco para recalar finalmente en París. Una gran parte de su trayectoria la ha realizado fuera de Euskadi, pero siempre ha tenido muy presente la cultura vasca. “Allá donde esté y haga la que haga, siempre tendré presente la cultura vasca y su proyección internacional”, ha confesado a este periódico en varias ocasiones.
Antes de cumplir los 40, ya le habían nombrado directora del Musée de la Mode de París, el Palais Galliera, que alberga una de las colecciones de moda más importantes del mundo. De esta manera, se convirtió en la primera persona extranjera en dirigir el museo y en la primera no funcionaria que conduce una institución pública francesa de esta importancia.
Londres, Getaria, París... y Bilbao
Miren Arzalluz se licenció en Historia en la Universidad de Deusto; en Londres cursó un máster en Política Comparada en la London School of Economics y se graduó en Historia del Arte con especialidad en Historia del Vestido, en The Courtauld Institute of Art. Volvió al País Vasco como responsable de colecciones y comisaria del Museo Balenciaga de Getaria, entre 2006 y 2013, periodo en el que publicó su libro Cristóbal Balenciaga La forja del Maestro. Está considerada la mayor experta del mundo en la obra del diseñador vasco.
En los siguientes años trabajó como comisaria independiente en colaboración con diversos museos como el Musée de l’histoire de l’immigration de París, el MoMu de Amberes, el Bellas Artes de Bilbao y el propio Palais Galliera-Museo de la Moda de París.
Miren Arzalluz, hija del histórico dirigente del PNV Xabier Arzalluz, uno de los políticos vascos más trascendentes e influyentes de la historia reciente de Euskadi, lleva una vida alejada de la política. Su trayectoria ha estado ligada al arte y ha conseguido convertirse en una de las profesionales más reconocidas y valoradas en Europa.
Al mismo tiempo, ha trabajado como investigadora en la Universidad de Deusto desarrollando su tesis doctoral Côte Basque: moda, ocio y performatividad (1855-1939). En diciembre de 2016, el entonces consejero de Cultura, Bingen Zupiria, le llamó para que formara parte de su equipo y nombrarla directora de Etxepare, cargo que dejó un año más tarde para dirigir el Museo de la Moda de París. “Me da mucha pena marcharme, tengo sentimientos encontrados. Ha sido una decisión muy difícil, Etxepare es un proyecto muy interesante. La proyección internacional de la cultura vasca siempre ha estado presente en mi historia. Siempre he sentido que he trabajado por ella. Para mí ha sido un honor estar ese tiempo al frente de Etxepare”, confesaba en 2017 a este periódico poco antes de marcharse a París.
El museo parisino es un referente en los museos de la moda, pero también un referente en el ámbito internacional en los museos en general. Más allá de la calidad de su colección, como museo es también muy puntero e innovador. En los últimos años, se han celebrado numerosas exposiciones sobre la historia de la moda, pero también secciones de arte, de performance...
Arzalluz ha trabajado con varios museos, pero con el de París ha tenido dos proyectos, uno en el Bellas Artes de Bilbao, en el que comisarió la exposición Los años 50. La moda en Francia, que recorría una época histórica para la moda parisina a través de 100 trajes del Palais Galliera. Y como investigadora, ha colaborado con algunos proyectos como una exposición sobre todos los modistos de fuera de Francia que han contribuido a la alta costura parisina desde la perspectiva de la diversidad.