El músico euskaldun Ibon Urizar (Elgoibar 1975), conocido artísticamente como Amorante, ofrecerá un concierto especial con cantos de resistencia contra el franquismo este domingo, en la Sala BBK de Bilbao, tras la proyección especial del documental La Marsellesa de los borrachos, de Pablo Gil, en el marco del festival Zinebi.
Este domingo, a las 19.00 horas y con acceso libre hasta completar aforo, la Sala BBK bilbaina acogerá la proyección del documental La Marsellesa de los borrachos, realizado por Pablo Gil Rituerto, que se completará con un concierto de Amorante donde interpretará parte de la banda sonora de la cinta y “otras piezas de su particular cancionero”, adelantan desde el festival. “Esta propuesta performativa reúne memorias y archivos sonoros que conforman la geografía emocional y política de un territorio en el que las heridas del pasado están abiertas”, explican.
En 1961, en pleno franquismo, el grupo de música italiano Cantacronache recorrió las carreteras y pueblos del norte del Estado en dos viajes veraniegos para recoger canciones populares de resistencia antifascista a lo largo de un mes y tras establecer una serie de contactos con la emigración española en Francia y Suiza. “Nuestro instrumento de trabajo objetivo era una grabadora”, se escucha en el documental a los tres supervivientes del grupo, que registró canciones en voces populares, así como las de escritores e intelectuales de izquierda como Agustín Goytisolo, Jesús López Pacheco, Celso Emilio Ferreiro...
Ese viaje, que dejó multitud de cintas grabadas de manera clandestina y que fue desacreditado por el régimen fascista de Franco, lo volvió a realizar Pablo Gil Rituerto en 2022, autor también del guion junto a Alba Lombardia, para realizar un documental que “reúne voces del pasado y el presente en un ejercicio de reconstrucción de la memoria oral”. La película sigue los pasos de aquellos hombres revolucionarios y revive su espíritu en la contemporaneidad.
La película recupera canciones de resistencia antifranquista con las reinterpretaciones de músicos autores de canción popular con un claro componente político como el dúo María Arnal & Marcel Baguès, Nacho Vegas, La Ronda de Motilleja, Labregos do tempo dos Sputniks, Faia Díaz Novo, Coro Minero de Turón o Víctor Herrero, entre otros. Ellos son los encargados de “reinterpretan unas canciones que demuestran el vínculo innegable entre la historia política de un país y su geografía”, explican.
Tras la proyección, el público asistente acompañará a Amorante en su viaje particular para reinterpretar unas de esas canciones de resistencia y poner banda sonora al documental. También se podrá disfrutar de otras piezas del cancionero del elgoibartarra donde tradición y modernidad se abrazan de manera mágica.
La religión de la heterodoxia
Amorante, un artista refractario a las grabaciones y que suele apostar por la ejecución de su música en vivo, publicó su último disco, Harri, herri, har, el año pasado. A pesar de ello, al álbum, que volvía a asentarlo en el pasado y la tradición, que él corrompe con heterodoxia electrónica y autotone, le han sucedido ya varias canciones sueltas publicadas este año, temas como ekigain –junto a Hekthor Folk y después remozado con una visión electrónica por el músico y productor Zabala bilbaino– o Nazka puntu bat (Point of Disgust), este último compartido el dúo Elle Belga.
“El disco es una fotografía concreta cuyo resultado condicionan muchas cosas durante la grabación; el concierto tiene la estética del error, que obliga a salir de ahí como sea y, de alguna manera, lo disfruto más”, defendió el músico a DEIA. “Me gustan los artistas que practican la religión de la heterodoxia. Me gusta más este término que vanguardia, ya que esta lleva más de cien años. ¿Lo es ya? ”, apostilló al ser preguntado por su cancionero.