Si estás colgado de la música pop de los “años dorados”, la segunda mitad de los años 60, y tienes en un pedestal a The Beatles, The Beach Boys, The Byrds y al músico y productor Todd Rungren, no puedes faltar este miércoles al concierto que ofrecerán The Lemon Twigs en el Kafe Antzokia de Bilbao, a las 21.00 horas, con entradas a 28 euros en taquilla. Presentarán su último disco, el refrescante y clásico A Dream Is All We Know (Captured Tracks).

The Lemon Twigs lo lideran Brian y Michael D´Addario, hermanos neoyorquinos veinteañeros que debutaron con Do Hollywood en 2016, siendo todavía unos adolescentes, con una querencia evidente por los sonidos del pop que se practicaba en los años 60, especialmente en su segunda mitad. Pareja prolífica, han recibido muchas críticas debido al mimetismo de sus cinco discos con los pasajes pop de la década prodigiosa, tildando al grupo de revisionista y retro, en lugar de alabar su brillante concepto de un clasicismo que rehúye de la tecnología y apuesta por los métodos de grabación analógicos.

“Las primeras canciones de Bob Dylan estaban en deuda con Woody Guthrie, pero no estaba siendo retro. Él continuaba una tradición, tal como los compositores clásicos escribieron para violines y violonchelos durante siglos. Tenemos nuestro propio estilo, no estamos reescribiendo música que ya existe. ¡Esta es música nueva!”, han explicado el dúo al periódico británico The Guardian, al hablar de su último disco, A Dream Is All We Know, que hoy les acerca a Bilbao.

Joya imperecedera

Publicadas apenas un año después del más melancólico y orquestal Everything Harmony, en el que homenajeaban a Simon y Garfunkel, sus 12 canciones actuales reconciliarán con la música al aficionado a The Beatles, The Beach Boys, T. Rex, The Kinks, The Who, Big Star y The Byrds, ese que asiste estupefacto al despliegue de medios, páginas, ondas radiofónicas y pantallas televisivas cedidas estos días a Taylor Swift aunque no renieguen de los méritos artísticos y comerciales de la estadounidense.

A Dream Is All We Know es un artefacto sonoro fuera de un tiempo, el actual, en el que prima la canción sobre el concepto de álbum. Y eso que los D´Addario, si algo cuidan y miman, es precisamente eso: la canción. Lo podría escribir en mayúsculas, porque ellas son el centro de todo; no solo de su carrera artística sino, me atrevería a decir, de su vida. Lo que sucede con ellos y este último álbum es que son capaces de agrupar una docena de temas redondos, sin mácula alguna y alejado del pastiche de los proyectos tributo. Cada uno de ellos es un single debido a la magia de sus voces y armonías encantadoras, a veces explotando el falsete, de sus melodías y estribillos prístinos, y de la efervescencia de sus guitarras eléctricas.

Fieles a la tradición pop, The Lemon Twigs contraponen el violento e irascible mundo de 2024 con el poder de los sueños. ¿Mero escapismo, engañarse a uno mismo encerrándose en una burbuja? Puede ser, todos necesitamos pequeños alicientes y emociones para continuar en la brecha. Y ellos nos lo facilitan, al menos durante media hora, con un disco de pop clasicista de toda la vida aliñado con un chorrito de psicodelia, a veces de folk–rock o country, otras de orquestaciones a lo Burt Bacharach e, incluso, de pesados ritmos glam a lo T. Rex.

Yendo a lo concreto, nos divierten y emocionan con el power pop de My Golden Years, candidata a los mejores 3 minutos pop de este año, pero no se quedan muy atrás Sweet Vibration; el baladón In the Eyes of the Girl; la guitarra Rickebacker de If You And I Are Not Wise o ese Rock On (Over and Over) heredero de Marc Bolan. Si los hermanos son capaces de trasladar al escenario del Antzokia la mitad de la magia, diversión y emociones de estas canciones, la cita será tan inolvidable como la de esta noche y mañana con Taylor Swift en el Bernabéu para las swifters.