Javi (Dani Rovira) es ingeniero robótico, aunque el título le ha servido de poco: está sin blanca. Se rasca, a regañadientes, un bolsillo que languidece día a día. La necesidad de disponer de ingresos apremia, pero le cuesta encontrar trabajo. Ante esta situación, se deja enredar por su hermano, Fermín (Ernesto Sevilla), y finge tener parálisis cerebral para acceder a un empleo. Ahora, simular una discapacidad no es un asunto baladí, más aún cuando la triquiñuela se torna en una historia de amor con su jefa.

Este es el argumento de Cuerpo escombro, la última película dirigida y guionizada por Curro VelázquezLos Serrano, Fuga de cerebros 2– y que se está rodando íntegramente en Bilbao. Cuando las grabaciones encaran su penúltima semana –comenzaron hace cinco y les queda una por delante–, DEIA se cuela en el set montado en la Calle Henao, en torno al Colegio de Notarios de Bizkaia, para trasladarles hasta el más mínimo detalle del filme, que se estrena el 9 de agosto. 

“Cuerpo escombro es una comedia de enredo en la que descubrimos las dificultades a las que tienen que enfrentarse las personas con discapacidad, en este caso física, en su día a día. Pero sobre todo es una comedia con un trasfondo amoroso”, explica Velázquez. Matiza que, con esta película, aspira a conseguir que el espectador se coloque en un sitio en el que no ha estado nunca: “Hasta que no estoy ahí, porque he tenido un accidente y tengo que llevar muletas o me quedo en una silla de ruedas de manera temporal, no soy consciente de lo difícil que es esto”, ejemplifica. En ese sentido, agrega que su objetivo es visibilizar esta realidad social a través de la risa.

“Lo que ellos más valoran es que se puedan hacer comedias donde la discapacidad está presente"

Curro Velázquez - Director de 'Cuerpo escombro'

En otro orden de ideas, afirma no tener miedo a resultar ofensivo. Y es que, tras haber dirigido varios proyectos protagonizados por personas con discapacidad como El Langui, que vuelve a colaborar con el director en este proyecto, considera estar familiarizado con su universo. “Lo que ellos más valoran es que se puedan hacer comedias donde la discapacidad está presente. Y esto es lo aporta Cuerpo escombro”, asegura.

El filme también invita a la sociedad a dejar de enfocar la discapacidad desde el paternalismo. “Creo que esta película va a cambiarle el chip a mucha gente”, apunta Dani Rovira. El actor, que interpreta al mentiroso de la historia, Javi, desvela que el rodaje está siendo una experiencia “muy, muy divertida” de la que está sacando varios aprendizajes. “Cada uno es como es y si alguien en el rodaje necesita ayuda la pide, pero no tienes que estar todo el tiempo encima porque son personas que quieren reforzar su autonomía”, dice a modo de ejemplo. Matiza, a su vez, que el reparto está mayoritariamente formado por personas con discapacidad. Por otro lado, reconoce que su personaje le está suponiendo un reto a nivel físico, porque emular la manera de andar y de moverse de una persona con parálisis no es sencillo. “Los días que tengo que pegar más bamboleos, como dice mi personaje, la caderita sufre un poco”, bromea. Rovira explica que en todo este proceso El Langui, su compañero de batallas, le ha sido de gran ayuda. “Es mi musa. Verle andar y conocerle me ha ayudado mucho. En los ensayos también me ha dado pautas”, relata el intérprete. 

"¿Tú cuánto tardas en ponerte un calcetín? ¿Dos segundos? A mí me cuesta un triunfo"

El Langui - Actor y rapero

El Langui coincide con el diagnóstico de la película que hace Rovira. Como él, piensa que Cuerpo escombro está destinada a enterrar prejuicios y, como persona con discapacidad, celebra que los proyectos enfocados desde este prisma visibilicen la vida cotidiana de las personas con diversidad funcional. “Este tipo de películas son necesarias, hay que dar visibilidad a un montón de casos y situaciones en las que nos vemos enrolados en nuestro día a día. ¿Tú cuánto tardas en ponerte un calcetín?, ¿dos segundos?”, interpela a un servidor, “Pues todas estas cuestiones nos cuestan un triunfo a las personas con discapacidad y eso es lo que muestra la película”, reivindica el actor madrileño. 

Eso sí, apostilla que el objetivo principal del filme es sacar una carcajada al espectador. “Vayamos al grano, esto es una comedia”, aterriza. Una comedia donde El Langui interpreta al hermano del interés amoroso de Rovira, Paco, un abogado experto en estafas “que está ojo avizor a las triquiñuelas de Javi”. 

Este malogrado ingeniero lleva a cabo los engaños alentado por su hermano, Fermín. Ernesto Sevilla es el encargado de meterse en su piel. Define su personaje como “una persona que trata con poco respeto a las personas con discapacidad”. “Es un ignorante, su visión es la de una persona que no tiene ni idea y en la comedia también queríamos retratar a este tipo de personas”, sentencia el actor de Albacete. Como el resto de sus compañeros, destaca que el rodaje del largometraje le está sirviendo para acercarse al mundo de la discapacidad. “Viéndoles aprendes muchísimo. No te sueles poner en su piel y cuando estás trabajando con ellos te das cuenta de cuáles son las cartas con las que tienen que jugar en esta vida”, reconoce. 

Bizkaia, un plató cinematográfico rentable

Tanto él como el resto del elenco han pasado las últimas cinco semanas en Bilbao, el escenario elegido para situar la historia. “Creo que el escenario es un plus. Sacar una ficción de Madrid o Barcelona supone un soplo de aire fresco para el público”, apunta el director del filme. No obstante, tras esta decisión también subyace el abanico de facilidades que ofrece la Diputación Foral de Bizkaia a las productoras. Entre otras cosas, las jugosas deducciones fiscales contribuyen a que el territorio se haya convertido en un atractivo plató cinematográfico. “Cuerpo escombro es una de esas películas que puede ocurrir en cualquier ciudad porque no está anclada a un lugar en concreto”, señala Gordon, su productor. Subraya que traer la historia a Bilbao ha sido todo un acierto “por las exenciones fiscales, que son más beneficiosas que rodar en Madrid”. Este aspecto, unido a la necesidad de buscar un enclave cinematográficamente fresco, hizo que Morena Films se decantara por la capital vizcaina.