Cuando el calendario, decidido y obstinado, desgaja sus hojas y avanza hacia al verano, “la gente comienza a fabricar paraísos”. Al menos, eso es lo que defiende el dramaturgo Alfredo Sanzol, autor de Días Estupendos, la obra con la que la novena promoción de la Gazte Konpainia de Pabellón 6 está enfrentando su debut en las tablas.

El pasado 19 de enero lo hizo con su versión en euskera –Egun Zoragarriak– a las órdenes de su directora, la actriz vizcaina Itziar Lazkano. Este viernes los jóvenes intérpretes vuelven a subir el telón para interpretar la obra en castellano. Estarán, de nuevo, dirigidos por Lazkano. 

“Es una obra que conozco desde hace años y que hizo que me enamorase de Sanzol –su autor– como dramaturgo”, confiesa la actriz. Achaca a la autoficción ese flechazo, ya que, según Lazkano, el espectador termina identificándose con las situaciones que propone el autor: “Los textos y las palabras se escapan del libreto”, explica.

El texto al que dará vida el elenco de la Gazte Konpainia traslada el verano a la sala de butacas, un territorio en el que los personajes viven la alegría y la felicidad al margen de la martilleante rutina; un lugar donde se enamoran, sufren de desamor y tejen amistades.

“El verano tiene un poco de todo. Es libertad, es conocer gente nueva, es salir de tu espacio habitual y tener aventuras. Pero, por otra parte, hay deseos que a veces no se cumplen y generan frustración. Además, cuando termina uno tiene que volver a su cotidianidad y eso genera un poco de nostalgia”, explica la directora.

Todos estos elementos están presentes en la pieza, que está construida a partir de 16 pequeñas historias o sketches protagonizados por seis intérpretes: Gorka Luna, Izar Pizarro, Itxaso Sánchez, Omar Somai, Markel Vázquez y Sofía Zallio. La media docena de actores y actrices que reflexionan sobre el amor, el desamor o la amistad, entre otras cosas, encarnan “miradas hacia la realidad o maneras de afrontar la vida” más que personas.

“Quizá al principio el espectador pueda sentirse confuso, porque todas las situaciones van sucediendo por yuxtaposición. De repente, el mismo actor pasa de un momento en el que habla y se comporta de una manera determinada a otro en el que las cosas suceden de manera completamente diferente”, explica. “Al final, esto es muy similar a lo que nos pasa a los seres humanos en la vida real, es algo que forma parte de nuestra personalidad”, apostilla la actriz. 

En ese mismo orden de ideas, cree que “todos reaccionamos de manera diferente en función de la situación que nos toca vivir, tanto si es dramática como si es cómica”. Dice, además, que la representación es un carrusel emocional. “Hay momentos en los que te partes, por que son muy divertidos y otros que te sobrecogen, como la vida misma”, expone, emocionada, Lazkano. 

Itziar Lazkano: "Hay cantera"

Por otro lado, asegura no tener más que palabras de agradecimiento para el joven elenco, que se ha curtido en Dantzerti, la Escuela superior de arte dramático y danza de Euskadi, o en otros centros de formación como la Escuela Bai o Réplica. “La gente joven viene muy preparada y tiene un talento inmenso. Muchos hablan inglés y algunos también se defienden en francés. Cantan, bailan, escriben, dirigen... Son maravillosos”, sentencia la actriz.

Confiesa, además, que esa admiración a veces roza la envidia. “Me hacen querer volver a esos años, volver a empezar”, dice, entre risas. Para Lazkano sus seis polluelos son la viva imagen del relevo generacional del teatro vasco: “Hay cantera”, asevera. Valora, también, que la Gazte Konpainia de Pabellón 6 tiene mucho que ver en la visibilización del talento joven sobre los escenarios.

“Contribuye a la creación de futuros profesionales y, a la vez, incorpora gente joven al teatro como espectadores. Y se nota mucho cuando las butacas se llenan de público joven, esto se va renovando y es necesario”, reconoce. Asimismo, la proyección que ofrece el Pabellón a 6 a estos jóvenes puede catapultar sus carreras, según Lazkano. “Los integrantes de otras formaciones ya están trabajando en otras compañías y haciendo proyectos. Hay un antes y un después”, zanja.

El teatro en euskera, en auge

Por otra parte, también percibe un antes y un después en el ámbito del teatro producido en euskera. “Ahora hay muchísimas más representaciones que cuando yo empecé” señala. Y esas representaciones no se circunscriben únicamente a los circuitos más underground, sino que llegan a copar los programas de los grandes teatros como el Arriaga, un hecho que alegra a la actriz y dramaturga vasca. “El público ha crecido y demanda teatro en euskera. Y es que los jóvenes ya vienen hablando los dos idiomas”, apunta.

Eso sí, considera que el teatro en euskera “tiene que seguir creciendo” y para que se continúe produciendo ese crecimiento considera imprescindible poner sobre la mesa “temáticas que interesen”. Cree que de esta manera el teatro puede convertirse en una herramienta en pro de la normalización lingüística. “Hay que estar atento a lo que se mueve socialmente y meter la mano ahí, independientemente de que se trabajen los clásicos. Para llegar a la juventud, a toda la gente que viene empujando conviene que sea así”, expone. 

'Egun Zoragarriak' llegó al espectador joven y Lazkano confía en que su versión en castellano, 'Días Maravillosos', también cope la sala de butacas desde este mismo viernes hasta su última representación, el próximo 11 de febrero, cuando el verano abandonará al Pabellón 6.