La 84 edición de la Quincena Musical de Donostia arrancará mañana jueves con cuatro citas gratuitas de música de cámara, canto y danza en espacios singulares de la ciudad. El festival, que se celebrará hasta el 1 de septiembre, incluye en su programación unas 80 representaciones, entre las que destaca la monumental Octava Sinfonía de Mahler, que reunirá a más de 400 músicos entre Euskadiko Orkestra, la Orquesta Sinfónica de Navarra, el Orfeón Donostiarra, el Orfeón Pamplonés, Easo Eskolania y Gazte Abesbatza.
Responsables del certamen musical presentaron ayer martes en una rueda de prensa las actuaciones que integran la jornada inaugural, que recupera además este año la Quincena Solidaria, con recitales en residencias de ancianos, que fueron suspendidos durante la pandemia. La jornada arrancará a mediodía, en el salón de plenos del Ayuntamiento, donde Anacronía, un ensemble joven, ofrecerá el programa El clásico continuo: la sociedad Bach Abel que rememora el sistema de abono para conciertos en prestigiosas salas de Londres instaurado en el siglo XVIII.
Por la tarde, ese mismo escenario acogerá el debut en el Quincena del contratenor Nacho Castellanos y su ensemble Gato Murr, que busca en sus actuaciones el equilibrio entre el repertorio barroco más conocido y las pequeñas joyas musicales aun por descubrir.
Poco después, Kresala Dantza Taldea ofrecerá en la terraza del Ayuntamiento el espectáculo Zerumugan, inspirado en la edad de oro de la navegación vasca. Por último, el coro femenino Vocalia Taldea, dirigido por Basilio Astúlez, propondrá un viaje por la música religiosa a partir de las 20.30 horas, en la iglesia de San Vicente.
Además de estos conciertos gratuitos que se enmarcan dentro de la jornada inaugural, la programación del festival para su primer día se completa con la apertura del ciclo de conciertos del Auditorio Kursaal con la Filarmónica de Róterdam y el violonchelista Pablo Ferrández, y el concierto de órgano y percusión que protagonizarán Ana Belén García y Thierry Biscary en Deba.