Justo antes de la pandemia y tras casi 30 años sin cantar, la vizcaina Olatz García–Ergüin volvió a coger el micrófono y con la ayuda del guitarrista Miguel Salvador ha confeccionado su primer disco, The Standards of my Childhood (Gaztelupeko Hotsak), en el que actualiza el cancionero de estándares firmados por compositores clásicos como Gershwin, Bernstein Carmichael y Webster, La vocalista presentará el disco este miércoles en el arranque de los conciertos gratuitos de Getxo Jazz, en la plaza Estación de Algorta, a las 19.00 horas. “Mi jazz es para todos los públicos, incluso para aquellos a quienes no le guste el jazz”, explica a DEIA.
Olatz, sobrina del pintor Iñaki García–Ergüin, proviene de la música lírica, de los coros de ikastola y de su paso de niña por la Sociedad Coral de Bilbao aunque en su casa siempre se escuchó jazz. “A mi aita y su familia, siendo niños, les tocó una radio en un sorteo y al sintonizarla, de casualidad, sonó jazz. Quedaron todos impactados por ese ritmo tan nuevo y diabólico”, recuerda Olatz entre risas. “De ahí me viene mi pasión por el jazz, ya que mi aita fue siempre un gran seguidor del jazz clásico, y de niña escuchaba sus discos”, apostilla.
Tras sus pasos por coros y las clases para “aprender a cantar”, dejó apartada la música a los 18 años, cuando empezó estudios de Turismo y empezó su carrera laboral. Y no cogió un micrófono hasta los 47 años. “Estuve esas casi tres décadas sin cantar, casi ni en la ducha aunque empecé a sentir el run run, esa necesidad que surge cuando creces y te afectan las cosas que no has hecho”, explica Olatz. El paso siguiente fue retomar las clases de canto –“volví con miedo, me obligué a hacerlo”– y todo se aceleró al descubrir las jam sessions de Getxo que impulsa el guitarrista Miguel Salvador, en las que participó.
En 2022, cuando Salvador se quedó sin vocalista tras la muerte de la exMocedades Ana Bejarano, Olatz entró en su formación, de la que surge el proyecto actual, que presentará esta tarde en Getxo, en el marco de la sección gratuita Tercer Milenio. El grupo, que empezó como un cuarteto, se amplió a sexteto con la inclusión de dos violines y aunque no descarta “atrevernos con composiciones propias”, su primer paso discográfico está repleto de versiones de clásicos del jazz.
Debut y presentación
Esta tarde, Olatz y Salvador, con el apoyo de Marcelo Escrich (contrabajo) y Gorka Iraundegi (batería), estrenarán en directo el debut discográfico de la vocalista, que lleva el título de The Songs of my Childhoold, en los que se remite a las canciones que “escuchaba en casa en mi niñez”, como sugiere el título. “El disco está muy ligado a mi primer contacto con el jazz”, aclara. En total, son una docena de temas, todos ellos estándares del género del siglo XX, pero “traídos a nuestros días, con una sonoridad contemporánea y cercana a las tendencias nuevas del género aunque sin olvidar su legado histórico”.
El disco, grabado en los estudios Tio Pete de Urduliz en marzo de 2023, ofrece 12 clásicos, de It Ain´t Necessarily So, extraído de la ópera Porgy and Bess, a On The Sunny Side of The Street, pasando por Softly as in a Morngin Sunrise, Body & Soul, Georgia on My Mind o Can´t Help Loving that Man, entre otros. “Son casi todas canciones cantadas por mujeres como Billie Holiday, Peggie Lee o Julie London aunque hay alguna, como Georgia on My Mind, que popularizó Ray Charles”, aclara.
“No me importa tocar en una plaza abierta, con el público en tránsito”, explica Olatz sobre su bolo de este miércoles en Getxo Jazz. “El otro día, en el Guggenheim, la gente pasaba, escuchaba y se quedaba. Mi música suena agradable y busca que la gente disfrute”, asegura la cantante vizcaina, que explica que su forma de encarar el jazz es “para todos los públicos, incluso para aquellos a quienes no les guste el género”.