De tu casa a la mía es un retrato musical de dos poetas universales, Rosalía de Castro y García Lorca, de la mano y del sentimiento de dos almas que tratan de poner alas a la poesía: la gallega Uxía y el andaluz Javier Ruibal. Partiendo de los Seis poemas gallegos de Lorca, han creado un disco y un espectáculo en el que juntan su obra, sus anhelos y sueños de poesía, justicia, identidad y defensa de lo popular. “Si ellos vivieran hoy, serían cantautores”, explica Uxía, para quien “la poesía y la música son tablas de salvación en estos tiempos inhumanos”.

¿Cómo conoció a Ruibal, les unió el escenario?

Sí, aunque nos conocíamos de antes. El primer concierto fue en Cataluña con Silvia Pérez Cruz, Mª del Mar Bonet, Refree, Eliseo Parra... Allí, como hace 20 años, conversamos y quedamos para hacer algo juntos. El tiempo pasó... y nos unió el Albariño (risas), ya que le invité a un ciclo organizado por unas bodegas. Dimos ese concierto y nos quedamos con ganas de más, así que fuimos compartiendo escenarios.

Hasta que llegó la excusa definitiva ¿no?

Claro. Pensamos en hacer un disco partiendo de los Seis poemas gallegos que hizo Lorca, que sentía fascinación por Galicia. Y nosotros por ambos poetas, que nos parecieron que serían una buena compañía (risas).

Usted es mucho de ‘enredar’. Anda también de gira con Martirio, Carmen París y Ugía Pedreira.

Sí, aprendo mucho de esos proyectos colectivos. A la par que son gratificantes, suponen un aprendizaje, quedas con los compañeros, compartes, surgen cosas... En este caso, nos pareció importante crear un repertorio nuevo, ya que yo había hecho un disco monográfico sobre Rosalía y Ruibal, de apellido gallego, tiene mucha ligazón con la Generación del 27. Lo bonito es el paralelismo que tiene él con Lorca en esa pasión por Galicia. Y luego es importante ese puente norte y sur.

“De la playa de Motril a la Costa de Morte”, cantan. ¿No hay latitudes cuando hablamos de emociones y poesía?

Es que esa conexión entre Andalucía y Galicia no se da tantas veces. Y tirando del hilo encontramos un poema que Lorca escribió con 19 años, frente a la tumba de Rosalía, y que está en la canción Morenita, en la le envía claveles atados con rayos de sol. Es una figura preciosa. La música y la poesía son algo que nos une a ambos pueblos, junto con la emigración.

El trabajo previo de conocimiento ya lo tenían. ¿Qué fue lo más difícil al juntarse?

Resultó fluido escoger los poemas que teníamos en la cabeza, los compartimos e hicimos música con ellos. Intentamos que fuera novedoso, incluso diferente a nuestro trabajo previo. Fue un reto porque Rosalía suena en rumba y metemos a Lorca en el ambiente galego. Y en todo momento hubo mucha generosidad y admiración. Tengo mucha confianza y cariño con Javier, así que le pedí que musicara los poemas Ahí va la loca soñando y Por tu amor me duela el aire. Intentamos también que hubiera cierto equilibrio entre la poesía de ambos.

El tema que titula el disco tiene un texto inédito.

Sí, lo escribió Javier, con mi ayuda al pasar al gallego, para conectar a ambos poetas. Es el tema central, una presentación y una manera de contar esa pasión de Andalucía por Galicia y de Federico por Rosalía. Yo destacaría también la citada Morenita, donde hemos puesto a dialogar a ambos poetas, usando sus versos reales.

¿Qué conecta la poesía y sus figuras?

Buscamos jugar con ellos y evitar su sacralización, aunque desde el respeto. Ambos provenían de la tradición popular y eran músicos –Lorca tocaba el piano, ella arpa y guitarra–, lo que se advierte en la musicalidad de sus versos. Y les unía la cercanía a la gente, a lo popular, a su propia identidad... Nos emocionó mucho cantar a ambos y fue un papelón porque se nos cayeron muchas veces las lágrimas.

En más de un sentido, ambos fueron pioneros ¿verdad?

Claro... y gente muy incomprendida. Mira cómo acabó Lorca, asesinado de forma cruel e injusta. Y Rosalía, quien pudo ser una poeta de salón, defendió su idioma, la justicia y la identidad. Todo está presente en el disco, cuyo diseño, de Pablo Pastor, es extraordinario. Lo presentamos en Santiago, donde Lorca fue con La Barraca. Nos hizo mucha ilusión.

Si vivieran hoy Rosalía y Lorca...

Probablemente, serían cantautores porque la música es una manera fantástica de comunicarse y de divulgar la poesía. Y si coincidiesen en el tiempo serían amigos y cómplices; amantes no (risas). Seguramente harían un disco conjunto. El disco es como soñar esa amistad, juntar a los dos.

Ruibal canta en gallego. ¿Qué tal lo hace?

Muy bien. Le corregí muy poco, pero se preocupó de la pronunciación y el significado de cada palabra. Le van a dar la Medalla Castelao (risas). Lo suyo tiene mucho mérito. Ambos somos aprendices eternos a quienes nos gusta experimentar y no repetirnos.

¿Nos hace falta más poesía en 2023?

Sí, es muy necesaria, como el arte en general y la música, que son bálsamos en este mundo inhumano. La poesía es una tabla de salvación, como bien sabe Luis Gª Montero, que es un grande, y la gente de nuestras comunidades, que respira poesía. El arte es como respirar, es algo vital. Ahora está de moda el entretenimiento, pero la cultura debe estar ahí siempre para alimentarnos y poder seguir viviendo. El mundo sería más feliz con un acceso global a ella.

Imagino que hoy hablar de Rosalía, incluso en Galicia, lleva, sobre todo a los jóvenes, a la cantante, no a la heroína poética del siglo XIX.

(Risas). Aquí es diferente, pero al hacer los conciertos siempre decimos que nuestra Rosalía es la de Castro, con cierta guasa. Pero respetamos el camino de otros cantantes y la Rosalía actual es inteligente y ha construido un camino bueno, te guste más o menos. Hay poso e investigación en su trabajo. ¡Vivan las Rosalías del mundo!

Los cantautores de los 70, de Serrat a Paco Ibáñez, musicaron mucha poesía. Ahora, no tanto.

Es otra manera de expresarse. Hoy, la poesía está en el rap, el hip hop y otras historias, pero la música como vehículo para su popularización sigue siendo válida, y no estaría de más beber en esas fuentes que citas. Yo siempre la he divulgado, Ruibal también, el flamenco... No conoceríamos tan bien a Rosalía, Miguel Hernández o Machado sin esos cantantes. Hay que beber de ellos y de quienes hacen poesía hoy.

Musicalmente es un disco rico en ritmos, que va del flamenco al Magreb, Galizia, Portugal...

Los músicos que nos acompañan en directo, especialmente el gallego Marcos Teira (guitarra), que tiene un pie en el flamenco, y el brasileño Sergio Tannus (guitarra y cabaquinho), fueron muy importantes. En general, vistieron todo de unos arreglos extraordinarios y especiales. Luego, llegó Javi Ruibal junior, un percusionista muy delicado y con una gran paleta de colores. Se dan los ingredientes para hacer un plato rico.

¿El concierto de Barakaldo se centrará exclusivamente en el disco conjunto?

Haremos buena parte de él, canciones conocidas de ambos y añadiremos algún tema nuevo, concretamente A xustiza pola man, que muestra a una Rosalía muy batalladora. No está en el disco, pero suena en los últimos directos. Y habrá alguna sorpresa más, ya que nos acercaremos a un clásico de la música en euskera, pero no digo más (risas). También nos hace ilusión visitar a la comunidad gallega y andaluza en Euskadi.