Tras películas vascas como Matrioskas (Helena Bengoetxea, 2021), Gernika (Koldo Serra, 2016), Izarren argia (Mikel Rueda, 2010), La buena nueva (Helena Taberna, 2008) y Silencio roto (Montxo Armendariz, 2001), es ahora Julio Medem quien viaja al bélico 1937, al año en que Picasso pintó el Guernica para el gobierno de la Segunda República. El cuadro que preside incontables hogares vasco se inauguró en París en la Exposition Internacionale. El filme se contextualiza en la capital gala y tiene junto al pintor y escultor a tres de sus amores como protagonistas.

El palíndromo Medem es un cineasta que blinda toda información respecto a sus películas mientras las está bosquejando y pintando. Su nueva obra de arte es un ejemplo. Titulada finalmente, Minotauro y con el subtítulo de Picasso y las mujeres del Guernica, fue rodada en la más estricto secreto y confidencialidad en estudios de Pinewood de República Dominicana a finales de 2022 y ahora se conoce que llegará a las salas de cine en otoño, después de proyectarse en un conocido festival de cine que se desarrolla en septiembre.

El director nacido en Donostia en 1958 –que en estos días tiene en preproducción la serie televisiva Jai Alai–, retoma un sueño malogrado de su colega finado Carlos Saura que tenía en mente que Picasso tuviera el rostro del actor Antonio Banderas. En manos del guipuzcoano, el rol del pintor y escultor ha recaído finalmente en Pablo Derqui (Barcelona, 1976).

Junto a él, tres mujeres, tres de aquellos ocho amores que se le atribuyen al histórico malagueño: Dora Maar, fotógrafa surrealista, interpretada por Àstrid Bergès-Frisbey; Marie-Thèrése Walter, modelo y madre de su hija Maya, a la que resucita Catalina Sopelana, y la aristócrata rusa Olga Koklova, papel de Ailyn Prandi. El director de películas como Tierra, Los amantes del círculo polar o La ardilla roja, de este modo, cuenta con un casting no habitual de su especial propio universo iconográfico y emocional.

Las primeras declaraciones que han trascendido de su persona sobre este nuevo largometraje, el duodécimo de su carrera que arrancó con Vacas en 1992, son las siguientes: “Minotauro, Picasso y las mujeres del Guernica es una compleja historia llena de capas, que van de dentro a fuera, de lo psicológico a lo sociológico, de lo más íntimo de la relación de Picasso con tres mujeres muy diferentes, a la gran tensión política que vive en París con su España en guerra civil y Europa temblando ante la amenaza del nazismo alemán y el fascismo italiano”.

La trama de Minotauro parte de la mente de un niño, Picasso a los 8 años, que en la plaza de toros de Málaga ve a un toro empitonar brutalmente a un caballo, que grita de dolor, y su tierna mirada convulsionada hasta que cuarenta años más tarde aparece en su pintura el Minotauro, esa figura mitológica, mitad hombre mitad animal, núcleo de la historia. Es también la sombra de toda la vida subconsciente que habita en el interior del artista cuando en la primavera de 1937 pinta el Guernica.