Pocas horas le quedan a la maratón que se celebra este fin de semana en el Euskalduna para cruzar la línea de meta. El festival Musika Música encara este domingo su última jornada con un total de 26 espectáculos a los que se suman los celebrados en el Kiosko a cargo de jóvenes orquestas. Si por los pasillos y en las colas para acceder a los espacios del Palacio de Congresos se ha visto durante estos días a un público muy variado, hoy por la mañana las y los más peques de la casa han dominado el cotarro. 

¿Cuántos de ustedes sabrían explicar el cuento de Pedro y El Lobo? Seguro que hay muchos niños y niñas (algunos y algunas muy peques) que después de la sesión de hoy nos lo podrían contar de carrerilla y con todo tipo de detalles.. Títeres, una narradora, sombras, luces y, cómo no,  música de por medio. Pocas palabras, pero estos son los ingredientes principales que emplea la compañía Títeres Etcétera para plasmar esta fábula.  

De fondo, ¿qué sonaba? Pedro y el Lobo de Sergei Prokofiev. Desde la compañía apuntan que el compositor ruso “realizó un trabajo meticuloso, sencillo en apariencia pero efectivo e imprescindible para presentar la orquesta a los niños”. Esto se refleja en que cada instrumento es un personaje o viceversa. Los violines, la viola, el violonchelo y el contrabajo son Pedro. El fagot es su abuelo. La trompa es el lobo  y la flauta travesera, los pajarillos. 

El resultado se ha visto en un público entregado, que chillaba cada vez que escuchaba y veía al lobo salir a escena o se reía con la narradora. “Les ha encantado”, confirmaba Olatz Ajuria, sobre las impresiones de su hijo Xabier, de tres años, y de Lorea, de ocho meses.”Es muy pequeña pero cada vez que escuchaba música volvía a atender”, detallaba. Ama y aita coincidían en que recomendarían la obra. Aiala, de cuatro años, lo tenía muy claro: su personaje favorito ha sido el lobo y en cuanto a instrumentos se queda con el violín. Había venido con su ama y su tía, Agurtzane y Estibaliz, y su prima Celia, de un añito. 

“No tenemos que hacer grandes acciones para contener su atención, porque partimos de una materia prima excepcional y atemporal que es la obra musical de Sergei Prokofiev”, explicaba su narradora Yanisbel Victoria Martínez. “Es una obra que casi 100 años después sigue emocionando a niños y a mayores porque a lo largo de su duración transita por distintas emociones”, añadía. 

LETRAK & NOTAK

Contar historias a través de las notas y las palabras o cómo se relacionan la literatura y la música ha sido el leitmotiv de esta vigésimo segunda edición del festival. Schiller, Virgilio, Dryden, Mann, Nietzsche, Daudet, Heine, Mérimée son  nombres evocadores de la alta literatura que se han repetido durante este festival.

También ha habido hueco para la antigua Grecia, también en forma de títeres y teatro de sombras para peques. Con motivo de conocer y adentrarse en el mito de Orfeo y Eurídice muchos de los grandes y peques han hecho doblete de asistencia con la representación de La Canica Teatro. “Hemos tenido que simplificar los elementos primordiales del mito y después desarrollarlo a través de sus personajes para que los niños pudieran empatizar con Orfeo y con Eurídice”, detallaba su director Pablo Vergne

Las intérpretes y titiriteras Esther Blanca y Daniela Saludes eran las encargadas de empujar la historia. “Siempre se siente que el público está disfrutando de una historia, aunque se trate de una tragedia.  En Orfeo y Eurídice, que es una tragedia, cuando hay algún peque o alguna peque que le entra miedo tenemos la posibilidad desde aquí arriba de poder ir modulando un poquito la tensión dramática”, afirmaba Esther Blanca. 

"PÚBLICO MUY CONTENTO"

Durante este fin de semana, aquí se han celebrado más de 70 actuaciones musicales en el formato maratón. Un total de 1.400 músicos, 800 profesionales y 600 estudiantes han pasado por las salas del Euskalduna.

Desde la organización, se ha avanzado que esta noche el festival  “se despedirá un auditorio al completo” con Carmina Burana de Carl Off. Asimismo, han destacado que es “un gusto ver volver a los jóvenes intérpretes” además de que se percibe un “público muy contento”.