La Compañía Joven de Pabellón 6 llega a los escenarios con la obra Divina tragedia de Tomás Afán Muñoz y bajo la dirección de Saioa Iribarren Muñoz. Los jóvenes actores debutaron ante el público de la compañía teatral el pasado 27 de enero con la versión en euskera. Y ahora, a partir de este 3 de febrero han comenzado con la versión en castellano. Sin duda, un antes y un después en la trayectoria de los jóvenes intérpretes y un “proceso súper bonito con mucho valor humano”, en palabras de su directora.
“Muchos meses de trabajo, así que ya con ganas de soltarlo y que ande solo”, dijo Saioa Iribarren Muñoz. Ella señaló que consiguieron “una buena base” y “un buen ambiente” desde el principio, ambos elementos resultan claves para lo que, actualmente, está siendo un éxito al momento de la presentación. La Compañía Joven, conformada por Silvia Larrauri de Miguel, Luix Mitxelena Mitxelena, Andrea Mora Ahedo, Uxue Fuertes Vega, Ziggy Docherty Sánchez y Aitzol Villahoz Prieto, trabajó mano a mano con Iribarren Muñoz durante tres meses para lograr esta producción que, según la compañía teatral, “entre el drama y la comedia, habla sobre la manipulación y la estupidez humana. Un juego de lo absurdo, en una crítica a las guerras”.
“Nos hemos reído mucho”, recalcó la directora. Algo que no se toma a la ligera, insiste en que la conexión del grupo este último trimestre se desenvolvió en un espacio lleno de respeto y talento, pero sin quitar la diversión y en buen rollo. Sin embargo, la profesionalidad de los actores y la acertada guía por parte de su directora son algo evidente. “El mundo del arte evoluciona con las generaciones y qué bien que vienen así”, comenta Iribarren Muñoz.
La Divina tragedia es solo el comienzo para este nuevo elenco juvenil que llegó a los escenarios de Pabellón 6 el verano pasado. Algunos con más trayectoria que otros e incluso volcados en distintas disciplinas, se juntan en esta pieza teatral llena de historia y enfrentamientos.
Llevar adelante este proyecto también requirió de profesionales como Gaizka Chamizo Mendikote y Ander Basaldua Castellanos en el área de ayudantía de dirección, Mirari Aranburu Rodríguez en el diseño de vestuario, María Casanueva con la escenografía y Fernando Alcáuzar y Edu Berja Miguel en el diseño de iluminación, entre otros.
En cuanto a los sentimientos el día del estreno, luego de meses de arduo trabajo en donde “a veces venía completamente empapados por la lluvia y tenían que cambiarse al llega”, la directora señaló que, desde un principio “sabía que iban a estar maravillosos”. “En el estreno les vi gigantes, son muy profesionales y muy humanos. Y la gente con poca trayectoria viene muy potente”, agregó.
“Hemos estado muy bien de tiempo porque hemos hecho la creación en euskera y luego la pasamos a castellano, fueron cinco horas al día de ensayo”, dijo en referencia a las semanas de trabajo. Además de que, en ocasiones, como efecto del cambio del euskera al castellano, alguno de los actores hablaba solamente en euskera y los demás no se daban cuenta. Esta, junto con la evidente complicidad y los continuos ataques de risa momentáneos, al igual que otras anécdotas llenas de alegrías y despistes, son momentos que Saioa Iribarren Muñoz guarda con bastante aprecio. Y esa camaradería aún continúa entre las funciones.
“Muchos de sus amigos han venido a verles en las funciones”, destacó la directora. “Y se sorprenden de buena manera porque les impacta verlos tan grandes. Otros conocidos también me lo han comentado y es algo que me hace sentir muy feliz”. Dijo que resultó un “proceso muy sencillo y ameno”, algo muy importante en para ella en el trabajo de dirección, y claramente para los actores. Pese a su reciente incorporación, “se les ve seguros” y con bastante soltura en el escenario.
La Divina tragedia actualmente está disponible en su versión en castellano. Los espacios de Pabellón 6 la acogerán durante todo el mes de febrero cada viernes, sábado y domingo. La información para adquirir las entradas se encuentra en la página web de la compañía teatral, así como sus horarios y disponibilidad.
