En el ADN de Jesús Mari Lazkano (Bergara, 1960) está su pasión por el viaje, pero éste va más allá del traslado físico. “Viajar supone ir de un lado a otro, pero también de un estado a otro. Con el Bellas Artes he realizado el viaje más profundo de mi vida. Recuerdo cuando venía con mi aita desde Bergara en autobús a visitar el museo. Al pasar por San Mamés, pensaba que estaba en una ciudad moderna. En realidad, era un viaje corto, pero la transformación mental era increíble, con esa sensación de viaje, de desplazamiento, no solo físico, sino fundamentalmente intelectual”, rememora uno de los artistas vascos de mayor proyección internacional.

 Lazkano considera que la idea del viaje está un poco mitificada: “Podemos viajar desde casa, con el pensamiento, con la imaginación, con la actitud, con los libros... No hace falta movernos físicamente del lugar, sino tener una actitud mental que es la que nos da cierta capacidad de abrir la mente y renovarnos. De hecho, viajar significa eso, transformación. Y en ese estado mental, cuando uno se transforma, llegamos de una manera a un sitio pero volvemos de otra. Lo importante es qué preguntas nuevas incorporamos a nuestra forma de estar en el mundo. No viajamos solos, viajamos con nuestras ideas, incluso con nuestros prejuicios, nuestras formas de entender la realidad. El viaje al museo me ha permitido crecer, transformarme de una forma u otra, descubrir que hay algo tan atractivo para merecer la pena un esfuerzo, un trabajo, una investigación, incluso una existencia. Cuando salgo de viaje, me llevo al Museo de Bellas Artes en mi mochila”.

Por ello, no podía haber otro lugar mejor que la pinacoteca bilbaina para acoger hoy la presentación del libro Bidaia – Viaje – Viagem – Travel – Voyage, un homenaje al artista, exprofesor de la UPV/EHU y miembro del grupo de investigación LAIDA que aborda la investigación literaria y artística. El volumen ha sido publicado por el Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco.

Este libro destaca la labor creativa de algunos miembros y colaboradores del grupo. En sus páginas hay varias aproximaciones al concepto ‘viaje’, algunas literarias (prosa, poesía, ensayo) y otras artísticas (pintura, grabado, escultura, fotografía, ilustración). Hay contenidos originales y también trabajos previamente publicados. 

“El corazón de esta publicación es Jesus Mari Lazkano, que con sus obras de arte nos ofrece una y otra vez la posibilidad de visitar, tanto visual como metafóricamente, nuevos territorios con él. Hay que agradecerle la oportunidad que hemos tenido de ser compañeros de trabajo y compañeros de investigación en este viaje central que es la vida”, señala Jon Kortazar, catedrático de Literatura Vasca e Investigador principal del Grupo de Investigación LAIDA de la UPV/EHU. En la presentación del libro, ha participado también el director del Bellas Artes, Miguel Zugaza, Gorka Moreno, vicerrector del Campus de Bizkaia de la UPV/EHU y miembros del Grupo de Investigación en Literatura e Identidad LAIDA.

Viajar supone ir de un lado a otro, pero también de un estado a otro. De hecho, signfica transformación

Ahora estoy haciendo un filme sobre la transformación del glaciar en el Mont Blanc

Aventuras artisticas y vitales

Jesús Mari Lazkano reside en Arteaga y tiene su estudio en Busturia, en Urdaibai. Pasa temporadas en Nueva York y también ha residido en Roma y en Bali. Pero es indudable el poso que dejó aquel viaje al Ártico en 2017, Lazkano se embarcó como parte de una expedición impulsada por la fundación The Arctic Circle, en un velero de tres palos que reunió a científicos, filósofos y artistas para recorrer el polo norte durante un mes. 

El concepto del viaje es para el pintor material creativo. Cada uno de ellos va con un pensamiento pictórico, le activa la percepción. En aquella aventura, se encontró con “un paisaje poderoso que, de alguna forma, me hacía cuestionar mi propia sensación de control, ese punto sutil, extraño pero atractivo de sentirte con una naturaleza que te desborda. Descubrí una naturaleza extrema, glaciares de una escala increíble, el impresionante sonido del hielo cuando se desprende del glaciar...”.

El pintor de Bergara siempre “está viajando, física o mentalmente” y lo hace acompañado de sus cuadernos. En esa ocasión, regresó con un mapa “gastado, arrugado y roto, pero que escondía y atesoraba el viaje en su totalidad. esa experiencia vital y artística y ha ido más allá. Así surgió Artiko, un corto de quince minutos realizado junto con Josu Venero, con textos y sonido del bertsolari Xabi Paya. “El proyecto de esta película se gestó a partir de una cierta incapacidad de retener o revivir todas aquellas emociones a través de los medios habituales con los que yo suelo trabajar, el dibujo, la pintura, la imagen bidimensional... Me di cuenta de que toda la energía que viví allí no se podía reflejar de esta manera”.

Ahora, está inmerso en otra aventura artística y vital. El artista vasco ha recorrido la Mer de Grace en el Mont Blanc para hacer una película sobre el glaciar de los Alpes franceses. Un proyecto en colaboración con la Universidad de Navarra, cuyo filme durará 15 minutos y girará en torno a la transformación del este glaciar de las laderas norte de Mont Blanc. l