La venta de entradas para los dos conciertos programados por Coldplay en mayo de 2023 en Barcelona desataron tal locura que la banda británica anunció dos fechas más en días consecutivos. Sin embargo, ni duplicando el número de asientos han logrado satisfacer una demanda que puso en cola a 250.000 usuarios ansiosos por lograr uno de los codiciados billetes en Ticketmaster. La consecuencia ha sido que los portales de reventa hagan su agosto llegando a quintuplicar los precios de salida. Los usuarios han denunciado estas prácticas abusivas con la complicidad de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ya ha solicitado al Ministerio de Consumo que impulse una normativa que limite la compraventa de entradas on line por titular para conciertos y festivales. 

A través de un comunicado, la OCU ha desaconsejado a los consumidores la compra de cualquier tipo de entradas a través de la reventa, “ya que incluso páginas web aparentemente legales reúnen todo tipo de quejas y reclamaciones”. La organización concreta que los atropellos van desde las comisiones de venta desmedidas, venta de entradas falsas (vendidas anteriormente a otras personas), precios tres o cuatro veces superiores a los oficiales o procesos de compra que finalizan abruptamente sin entrada pero cobrando el dinero. En ese sentido, la OCU ha recomendado que si aún así se decide comprar una entrada en una web de reventa, el usuario se cerciore de que se incluye el logo del candado junto a la url y, una vez dentro, un número de identificación fiscal junto al nombre de la empresa.

La polémica surgida a raíz de los conciertos que ofrecerá Coldplay, que del 25 al 28 de mayo de 2023 conseguirá congregar a más de 200.000 usuarios en el Estadio Lluís Companys, ha servido para visibilizar este mercado negro en la industria musical. Mientras las entradas más baratas para asistir a una de las sesiones de la banda liderada por Chris Martin costaban en la web oficial 60 euros, la más cara se vendía por 450 euros. Apenas unos días después, en páginas especializas en reventa como Viagogo esos asientos parten de los 295 euros y alcanzan los 2.954 euros. Aquellos fans que no consiguieron su entrada por el canal oficial, denuncian ahora la existencia de organizaciones especializadas en reventa de entradas o de otros usuarios que compraron cuatro entradas para especular con las que no querían.

Ante esta situación, desde la OCU alertan que mientras para la reventa on line no existe ningún reglamento específico, en la reventa callejera se estipula que el recargo no puede exceder el 20% sobre el precio marcado para la venta directa al público. Por ello, la organización ha pedido al Ministerio de Consumo que dé impulso parlamentario a la normativa específica para la venta de entradas por Internet, licitando los establecimientos autorizados y limitando el precio máximo de reventa a un recargo del 20%.