Fue el típico tocanarices de la oficina en la serie de televisión Camera Café, que ahora acaba de saltar a la gran pantalla. También fue el policía municipal Alfredo Escobar en Doctor Mateo y alcalde en la serie de Olmos y Robles. El actor, de ascendencia irlandesa, vuelve a Bilbao en esta ocasión como maestro de ceremonias de uno de los cabarets más populares de los últimos tiempos, The Hole X

‘The Hole’ (el agujero) cumple diez años sobre el escenario, un formato que mezcla cabaret, humor, atracciones circenses y erotismo.  Ha confesado que al principio le daba pudor hablar de sexo...

—La gente ha recibido este cabaret muy bien desde el primer momento. En realidad, era un tema mío, no había hecho nunca este tipo de trabajo y me daba un poco de cosa, pero también te digo que tardé poco en cogerle el gusto. Cuando empezamos a ver cómo reaccionaba la gente, me relajé. Fue un fenómeno, yo nunca lo había vivido en el escenario, sí en series como Camera Cafe, pero en el teatro, es diferente, lo percibes en directo. Es una fiesta constante. Para mí siempre ha sido muy gratificante. Es un espectáculo que me ha permitido también no hartarme de él porque he estado entrando y saliendo. 

Precisamente así comienza esta obra, que recomienda que hay que entrar en el agujero para salir de él.

—Son muchos los mensajes que lanzamos, la mayoría tiene un doble sentido porque todo se basa en que hemos entrado en un agujero pequeño en el que encontramos una fiesta, pero, al fin y al cabo, estamos metidos en grandes mierdas y tenemos que salir de ellas de la mejor manera posible. Y tenemos que aprender a vivir y a disfrutar de la vida, sobre todo, en este última época que nos ha tocado vivir, en la que se ha demostrado que todo se puede ir a la mierda en un minuto. 

¿Ha evolucionado mucho el formato del cabaret desde que comenzó?

—Este espectáculo se llama The Hole X porque lleva vivo diez años, pero también por la incógnita de que la gente no va a saber qué se va a encontrar. La X se utiliza para marcar el tesoro en un mapa, tiene muchos significados. A la gente le va a encantar 

El espectáculo ha vencido hasta al covid. Solo se ha dejado de representar durante los tres meses del confinamiento.

Hicimos un especial en Madrid de dos meses al que le cambiamos los textos, yo le llamo The Hole pandemia y fue una experiencia maravillosa. Y justo un año después estrenamos The Hole X.

Hay una ola de puritanismo en muchos países del mundo. ¿El público se escandaliza con el cabaret?

—Siempre hemos tenido nuestras cosillas, en algunos sitios ha surgido una asociación católica de lo que sea y ha intentado censurarlo. Ya ves como es el cartel, una chica ligera de ropas, pero tampoco es que sea una foto fea. Pero la han echado pintura encima, de hecho en The hole 2 inventamos el personaje del censor. Pero, afortunadamente, el 99% de la gente sale entusiasmada del teatro. Siempre digo que se consigue un ambiente como el que se debía vivir en un circo romano. 

¿Y cómo es el público de Bilbao?

—He venido aquí con todos los espectáculos que he hecho en mi vida, así que puedo decir que el público es muy generoso y muy entendido. Va mucho al teatro, Bilbao es una excepción dentro del panorama español. Lo que aquí sucede, la cantidad de entradas que se venden en Aste Nagusia, es la que se vende en otras ciudades en todo el año. 

Hace televisión, cine, teatro, cabaret, música... ¿Cómo se definiría?

—Me considero actor y cosas de esas, todas esas cosas que he ido desarrollando y me gustan, el cabaret, la música, el cine, la televisión... Afortunadamente, y sé que no es lo habitual en esta profesión, a mí me ha ido mejor después de la pandemia. Desde que se acabó el confinamiento, empecé a trabajar y no he parado. De hecho, he trabajado más.

Su popularidad le llegó a través de la televisión.

—En televisión hay tres trabajos que he hecho que son muy importantes para mí, por supuesto, Camera café, Doctor Mateo y Olmos y Robles, que me hubiera gustado que durarán más. Y en el cine he hecho muchas cosas, El factor peeling, que fue mi primera película, Alatriste, Mortadelo y Filemón.., ahora acabo de estrenar Camera Café y Héroes de barrio. Y estoy muy contento, tengo un programa de televisión que he escrito, y estamos a punto de venderlo, espero. Y otra serie, que también he escrito, ahora solo me interesa hacer cosas que escribo yo, como The Hole X. Además, ahora estoy grabando un disco con mi banda, La bizarrería. Empecé a estudiar música con 9 años, solfeo, piano y trompeta, y con 20, arte dramático. 

Dice que hay que recetar ‘The Hole’ en la Seguridad Social. ¿No es un poco exagerado?

—Veo el efecto de felicidad que produce en la gente, así que no es exagerado. Todos los artistas estarán conmigo en que lo que mejor nos puede pasar cuando acaba una función es que el público nos dé las gracias, que es lo que yo digo cuando algo me ha mejorado. No me gusta nada cuando se refieren a la cultura como un mero entretenimiento, es vital. Por eso no es una broma, se debería recetar The Hole porque en algunas ocasiones a la gente les puede hacer más bien un concierto o una sesión de risas que una pastilla. A veces, se me ha acercado alguien del público y me ha dicho que lo estaba pasando mal y le hemos alegrado la vida y eso, realmente, no tiene precio.