La tradición, si no se renueva y adapta a los tiempos, se queda en pasado, nostalgia y mera pieza museística. En Euskadi lo tenemos claro, y lo prueba la discografía de Laboa, Oskorri, Lertxundi, Kepa Junkera o, más recientemente, Kalakan. Ese deseo de adaptación al presente impulsa a Tanxugueiras, el trío femenino gallego que se dio a conocer al gran público gracias al Benidorm Fest. Empoderadas y valientes, han dado un paso adelante este fin de semana con la publicación de su tercer disco, Diluvio, álbum conceptual centrado en los pecados capitales y respetuoso con una tradición, a la que acercan a las generaciones del siglo XXI adentrándose en terrenos electrónicos.

Apenas cuatro años han tardado Tanxugueiras en debutar con un disco homónimo, al que siguió Contrapunto, en 2019, y alcanzar ahora su pico de popularidad y, por el momento, creativo, tras su paso por el Benidorm Fest, que, gracias al poder de la televisión, catapultó al trío a ser el favorito, junto a Rigoberta Bandini, para representar a España en el Festival de Eurovisión. Todo aquello que apuntaban las hermanas Olaia y Sabela Maneiro y Aida Tarrío en canciones juveniles como Autocracia, Perfidia, la propia Tanxugueiras o A de sempre, se consolida ahora con su tercer disco, editado este fin de semana.

Su presencia se ha hecho internacional como demuestra el cartel en Nueva York. DEIA

Su título es Diluvio y concreta el esperado baño de actualidad y heterodoxia que apuntaban los singles previos editados por el trío en los últimos meses. Y se advierte desde su propia portada retrofuturista, en la que las chicas aparecen vestidas, maquilladas y peinadas como si estuvieran en una discoteca de moda actual o, si me apuras, las que abarrotaban ABBA en los 70 y 80. Además, el álbum llega con su conquista de Times Square, en Nueva York, donde han demostrado que “non hai fronteiras” al ser la imagen de Equal, iniciativa con la que Spotify invita a escuchar música realizada por mujeres.

Una semana después de aparecer en el corazón comercial del mundo occidental, llega Diluvio, que lleva como subtítulo 10 pecados aprendizaxes capitais. Ellas lo definen como “un ciclogénesis explosiva”, una respuesta “a modo de bofetada con la mano abierta”, explicaron a Efe, ante las críticas que recibieron tras la popularidad televisiva. Aunque el germen del álbum estaba claro con anterioridad, les sirvió como aprendizaje y utilizan la metáfora de los pecados capitales para consolidar el trabajo previo en un álbum que, al final, se muestra vital, crítico, renovador y conceptual. “A nosotras todos los pecados nos parecen absurdos, porque todo tiene su parte mala y su parte buena”, según Sabela, que han convertido esos supuestos pecados cometidos –¿contra la tradición?– en aprendizajes.

“No queremos que nuestra tradición y nuestra lengua sea solo una pieza de museo, que se cuelga y solo está ahí para ser vista. Queremos que siga siendo del pueblo y para el pueblo. Y para eso hay que evolucionar”, indica la gallega. Ellas, al igual que generaciones anteriores que se vieron influidas por músicas diversas con la llegada de la radio a Galicia, han volcado sus gustos e influencias en un disco con un pie en la tradición y otro en el presente. “No pensamos en modernizar la música tradicional, simplemente nos sale de forma natural, porque escuchamos todo tipo de músicas y a la hora de componer utilizamos toda una serie de influencias y nuestro pensamiento moderno y contemporáneo”, apostilla.

Queda claro con la escucha de Diluvio, que juega con la metáfora de la lluvia como limpieza y anima a ver al prójimo con perspectiva y tolerancia. Sin establecer juicios. Utopía o no en esta sociedad de Redes Sociales incendiarias, el álbum lo hace con un respeto absoluto a la tradición gallega, ya que ellas son, por encima de todo, pandereteiras y cantareiras que han crecido con el folk, pero con una visión contemporánea que no le hace ascos a usar sintetizadores y poetentes ritmos electrónicos.

Con dos interludios instrumentales para abrir y cerrar que incorporan el sonido de la lluvia, el álbum ejemplifica la apuesta de raíz puesta al día desde Arica, incluido el uso del autotune. En Midas, una crítica al materialismo y la codicia con aires de jota, gana el poso tradicional, al igual que en Sorora, con voces a capella –“nuestro instrumento principal sigue siendo la voz”, explican–, o Seghadoras, con su aire de muñeira en favor del empoderamiento femenino a través de uno de los oficios clásicos de las mujeres gallegas en el mundo rural.

Pano corado, con un riff de guitarra y aires flamencos, se muestra como un himno en favor de la libertad sexual y al amor sin barreras, mientras que Figa funde crescendos electrónicos con “ailerelerelés” vocales tradicionales, y es un puñetazo en el estómago de la murmuración y la envidia. El disco incorpora también temas ya conocidos como Averno, con la colaboración del rapero y escritor Rayden, o su ya legendario Terra, tributo a la diversidad y contra las fronteras.

En Getxo Tanxugueiras, que están embarcadas en una gira que les llevará a más de 80 localidades en estos meses, serán parte importante de la programación de Getxo Folk 2022, que se celebrará a mediados de septiembre y tendrá una importante presencia femenina. Además del trío gallego, que actuará el día 15, se presentará el espectáculo Enredadas, que incorpora a la también la gallega Uxía, Martirio, Carmen París y Ugia Pedreira, y al interesantísimo dúo formado por María Arnal y Marcel Bagés, entre otros músicos y bandas.