El pianista, investigador y profesor Josu Okiñena lleva más de dos décadas dedicado a la música clásica así como a distintos proyectos culturales relacionados con el patrimonio cultural y la investigación artística. En 2018 realizó una gira por EEUU, Cuba, México, Chile y Argentina, en la que interpretó un repertorio de compositores vascos conocidos en Euskal Herria. “Fui a enseñarles algo y fueron ellos los que me descubrieron también un repertorio vasco desconocido”, confiesa.
Así arrancó un trabajo de investigación que desembocó en el álbum Aradak editado por la iniciativa OE, oficina que cuenta con la colaboración del Gobierno vasco para la recuperación del patrimonio musical vasco. Pero esa labor de buscar pequeñas joyas musicales vascas perdidas por archivos de medio mundo no paró allí. En esta ocasión, junto a la investigadora y violinista Liana Gourdjia han rescatado en el álbum especial Xarmak tres grandes composiciones de Aita Donostia, así como otra excelente obra de Guridi actualmente descatalogada. El disco supone además la presentación oficial de este dúo instrumental, tras años de actuación en escenarios internacionales y de actividad docente conjunta en Musikene.
Nuevos repertorios
En palabras de Okiñena, “es nuestra primera grabación en estudio; comprendemos la música de una forma muy similar y tenemos las mismas curiosidades por buscar nuevos repertorios. La idea parte de nuestra actividad investigadora: después de probar un sinfín de piezas, hemos tenido un buen encaje con este repertorio, en el que hemos sentido que aportábamos algo diferente y nuevo a la música clásica para violín y piano”.
El nombre del disco, Xarmak, hace referencia “a los encantos de estas piezas, porque son realmente bellezas, son joyas musicales, bombones culturales, tesoros olvidados”, apunta el pianista. Se trata, según sus impulsores, de un proyecto “diferente” que recoge también creaciones de Ravel o Sarasate, sin olvidar una obra como la sonata de Francisco Manalt, gran compositor, miembro de la Corte Española del siglo XVIII, armonizada por Aita Donostia. La grabación también recupera la obra Elegía de Guridi, actualmente descatalogada, que fue encargada por Ysaÿe, uno de los mejores violinistas de la historia.
El músico donostiarra destaca que “es la primera vez que se graban y publican algunas de estas obras de repertorio vasco, porque no se había hecho hasta ahora, como ocurre también con dos romanzas de Aita Donostia. Hemos publicado las partituras, porque estaban en manuscritos y ahora en audio en formato disco”.
investigación Okiñena lleva media vida dedicada a la interpretación, a la investigación y a la docencia: “Son inseparables, para interpretar y enseñar hay que investigar. Yo investigo sobre lo que interpreto. Es un trinomio inseparable y emocionante”. El pianista donostiarra ha actuado en algunas de las salas de mayor prestigio del mundo, así como en renombrados festivales internacionales. También ha colaborado con afamadas orquestas y pasa parte de su tiempo buceando en archivos, como el de Eresbil, en su tarea de investigación.
Está considerado como una referencia mundial en la obra de Aita Donostia. Ha llevado su obra por Japón, Nueva York, Buenos Aires... En 2017 rescató la última obra maestra inédita del compositor, Andante doloroso, compuesta por el prestigioso músico en 1954, poco antes de fallecer.
Hacía más de una década que el músico e investigador recibió de manos de su maestro, el pianista navarro Félix Lavilla, unos antiguos manuscritos, entre los que se hallaba dicha composición. Okiñena trabajó durante meses sobre el antiguo manuscrito de Donostia con el fin de descifrar, reconocer y recomponer cada nota.
Recientemente, Okiñena acaba de publicar el libro La interpretación musical como proceso artístico y científico. Se trata de un texto pionero que ofrece un modelo científico de investigación sobre el que fundamentar la interpretación musical.