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En Bilbao no para la música este fin de semana

El festival Musika-Música llega a su ecuador con muy buena respuesta del público

Musika-Música llega a su ecuador

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Decía Xabier Lete que la música es la más misteriosa de todas las artes, porque no la ves, y sin embargo, emociona. El festival Musika-Música, que mañana llega a su fin, quiere provocar esa emoción en el mayor número de gente posible. Y lo está consiguiendo viendo la respuesta que está teniendo este festival de música clásica, único en el Estado, que ha congregado más de 70 conciertos en estos tres días y en el que participan 1.300 artistas de todo el mundo.

Organizado por la Fundación Bilbao 700 del Ayuntamiento de Bilbao, Musika-Música es mucho más que un evento cultural, se trata de una cita de gran impacto social, económico y de imagen de ciudad que traspasa nuestras fronteras. Pero el retorno económico no es lo único importante. El festival consigue que se asocie la imagen de Bilbao a la cultura, a la música, permite ver lo que se hace en el mundo y, además, que nos vean.

Más de 200 personas en el equipo técnico

Más de doscientas personas trabajan para conseguir que miles de personas vuelvan a disfrutar de esta gran fiesta de la música. Hoy el Palacio Euskalduna -el espacio que aglutina la mayoría de las actividades- ha reunido a melómanos y melómanas, pero también a personas que querían disfrutar de esta gran fiesta de la cultura, que este año se centra en la naturaleza. Mientras unos hacían colas para acceder al auditorio y deleitarse con un concierto sinfónico, otros se acercaban al espacio del Kiosko para escuchar a los alumnos y alumnas de conservatorios que han llegado desde todo el Estado. El programa de Jóvenes intérpretes lo ha abierto el Conservatorio de Música Juan Crisóstomo de Arriaga, con su directora Maite Aurrekoetxea al frente.

Entre el público, uno de los antiguos alumnos, Jon Thate, que está estudiando en la Universidad de Música y Teatro de Rostock, en Alemania. El encuentro al final del concierto entre el joven músico y la profesora y compositora fue entrañable. "Jon fue un estupendo alumno y ahora está estudiando flauta en Alemania y triunfando", remarca orgullosa Maite Aurrekoetxea. El joven flautista confiesa que "Musika-Música es un festival que siempre me ha ilusionado. He tocado varias veces en él y me encanta reencontrarme con mis profesores, con mis amigos...", asegura Thate, quien ya está cosechando éxitos en Alemania.

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El festival Musika-Música llega a su ecuador

También hubo unos asistentes muy especiales: el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto a su mujer Arantza Díez, y el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria. Aburto nunca se pierde una edición del festival. "Acabo de salir del concierto El Carnaval de los animales de Saint-Saëns, del Cuarteto de Modigliani, ahora escucharé el del Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga, y luego aprovecharé para vivir este festival. Estamos muy contentos de cómo está resultando. Nos estamos encontrando que, además de los bilbainos y bilbainas, están viniendo gente de muchas otras ciudades. Además, este año se ha recuperado al público francés, que en la anterior edición no pudo venir por la pandemia", explicaba el alcalde.

Euskera, castellano, francés e inglés

Porque en el Palacio Euskalduna se habla este fin de semana euskera y castellano, pero también francés e inglés.

Desde Francia, han llegado a Musika-Música grupos organizados que antes de la pandemia acudían año tras año a la cita. Algunos, como Gimbert, Robert Elisabeth o Anne Marie ha sido la primera vez que vienen. "Somos de Biarritz y hemos visitado Bilbao muchas veces, pero habíamos oído hablar tanto de Musika-Música que esta vez hemos venido específicamente a asistir a algunos de los conciertos".

"Anoche [por el viernes] estuvimos en la Sesión Golfa, en Euskalduna. Nos gustó muchísimo, la violinista Miriam Hontana estuvo fantástica, pero nos impresionó mucho cómo sonaba el órgano que interpretó Daniel Oyarzabal. Fue espectacular. Ahora, hemos asistido al concierto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y creo que todavía nos quedará tiempo para ir a algún concierto más, aunque nos han dicho que para algunos no hay entradas", aseguraban entusiasmados.

Teresa Carvajal lleva 20 años asistiendo al festival. Se le caen las lágrimas cuando recuerda lo mal que lo pasamos con la pandemia el año pasado. "No pude venir", dice emocionada esta antigua profesora de León que vive en Salamanca desde hace 40 años. Programa en mano, ha seleccionado ya todos los conciertos a los que asistirá este fin de semana en el que va a emplear todo su tiempo a la música clásica.

"Empecé a dar clases en el conservatorio pero pronto me pasé a los institutos. Creo que hay que impartir educación musical desde muy jóvenes. Precisamente, durante estos veinte años que llevo viniendo a este festival me he dado cuenta de cómo están evolucionando las orquestas y los alumnos de los conservatorios. Todos tienen un gran nivel y en parte es gracias a festivales como este, que acercan la música clásica a la sociedad", asegura Teresa.

Jóvenes músicos y músicas como Nerea y Leire, de 18 años, que pertenecen al Conservatorio y a la Sociedad Coral de Bilbao, que disfrutan de los reencuentros en esta fiesta musical. Ambas están en la universidad, estudian Físicas, pero no han abandonado la música. "¿Si nos vamos a dedicar a ella profesionalmente? No lo sabemos, pero también aporta formación para la vida. Siempre está ahí con nosotras". Todavía queda hoy para disfrutar de la buena música en Bilbao.