Mala Rodríguez (Jerez de la Frontera, 1979), pionera del género urbano en el Estado, escupe un titular cada vez que abre la boca, como ha demostrado en BIME Pro, donde ha presentado su biografía, Cómo ser mala (Planeta de Libros), en la biblioteca de Bidebarrieta. Feminista, empoderada, con las ideas claras y la lengua suelta, la primera y única mujer que ha ganado el Grammy Latino a Mejor disco y Mejor canción de música urbana, cree que “C. Tangana es adorable, como un meme de gatitos”.

Mala Rodríguez es un lujo ibérico. Así tituló su debut, que editó coincidiendo con el deslumbrar de este milenio. Su objetivo era, adelantándose a la reivindicación feminista en el mundo del hip hop, “buscar una voz propia”, explicó en Euskalduna. Y, como ha hecho siempre, se arriesgó, declinó la colaboración con el respetado Gustavo Santaolalla y prefirió trabajar con varios productores, lo que “volvió loco” a su sello, Universal, explicó al argentino Julio Leiva, Editor Editorial de Caja Negra.

Si algo ha caracterizado a Mala (María Rodríguez en su DNI) es su amor por el riesgo. “Es que no puedo evitarlo, me encantan los retos y atreverme. Es ahí cuando la persona y el artista pegan un estirón”, indicó en BIME durante la presentación de su biografía, Cómo ser mala. “Ser mala, para mí, es ser atrevida y valiente. ¿Qué tiene de malo hacer lo que quieres? ¿Por qué tengo que estar catalogada, dentro de una caja? Además, ser bueno es muy aburrido, es un camino que no quiero para mi hija. Quiero tener una vida loca”, apostilló.

Mixtura e industria

Con el tiempo, su rap feminista y heredero de la tradición musical española se ha ido abriendo a los ritmos latinos, incluido el reggetón tras sus viajes a Cuba y Puerto Rico. “La emigración lo ha sido todo. No entiendo la endogamia musical”, explicó, ya que “lo bueno está en la mezcla, en la grasa, en la fusión”, antes de criticar el desconocimiento general de la música latinoamericana en el Estado. “Es como si estuvieran solo para la canción del verano típica, pero no se sabe quiénes son Totó la Momposina o Teo Calderón, por ejemplo”, lamentó.

Defensora de de Internet, palabra que lleva tatuada en la piel, y de la piratería porque “la música ha viajado gracias a ambos más rápido que con las discográficas”, Mala Rodríguez dejó varias controvertidas perlas en su charla, como que “C. Tangana es naif, alguien a quien todo el mundo quiere, como los memes de gatitos, que son adorables”; “no es fácil ser una buena profesional y una buena madre, yo paso”; “la gente joven no tiene tanta tirria a la bandera española”, o “la gente joven no tiene complejos, pero le faltan las ganas de pelear, es más de disfrutar”.

La andaluza, que editó su disco Mala el año pasado y se ha sumado a OnlyFans para ofrecer contenidos íntimos, se siente “bastarda, como mi música”, y se reivindica pionera y feminista. “Sigue siendo difícil ser mujer hoy aunque se están produciendo cambios, poco a poco. Y hay que aclarar que feminismo, término que busqué en el diccionario siendo niña, es libertad, no dejar el poder en manos de la mujer. Hay que formarse, tener hambre de saber”, indicó. Respecto a la industria musical, abogó porque sea “más colaborativa” y con más apoyo para las mujeres. “Antes éramos las putas de la industria, ahora somos nuestras propias putas”, concluyó.