Musicólogos de diferentes generaciones hablaban de Maitena como una ópera imprescindible del teatro lírico vascoMaitena aún sin saber cómo resonaba. Manuscrita en 1909 por Charles Colin, la partitura yacía en el archivo foral hasta que la Sociedad Coral de Bilbao decidió rescatarla del olvido dentro del programa Euskal Opera de recuperación de patrimonio.

De esa forma, junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao y un elenco de solistas entre los que destacan la soprano Miren Urbieta-Vega y el tenor Mikeldi Atxalandabaso, han grabado la primera versión de esta composición que transporta al oyente a una escena labortana de comienzos del siglo XX. El resultado de este trabajo es un doble CD producido por Ibs Classical que podrá adquirirse a través de DEIA a partir de este domingo, durante dos semanas, con la adquisición de un cupón y un importe de 19,95 euros.

"En la historia de la música vasca Maitena era un agujero negroMaitena ", ha asegurado durante la presentación del disco Iñigo Alberdi, gerente de la Sociedad Coral de Bilbao, que en este camino ha encontrado el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia, el Gobierno vasco, Inaem y Petronor. Así, ha explicado que "Maitena dormía el sueño de la buena música" en el Archivo Histórico Foral de Bizkaia.

Su recuperación corresponde a "una parte muy importante del proyecto Euskal Opera", ha considerado sobre este programa que pretende recuperar, con la edición de los manuscritos y su posterior grabación, tres obras vascas. Según ha detallado, tras la grabación de Maitena, actualmente están inmersos en Lide ta Ixidor, de Santos Intxausti, mientras que el año que viene será el turno de Mirentxu, de Jesús Guridi.

LEGADO LÍRICO EN EUSKERA

En palabras de Lorea Bilbao, diputada de Euskera, Cultura y Deporte, se trata de un proyecto que contribuye a enriquecer el patrimonio histórico musical. "Fortalece nuestra cultura y nuestra lengua, es una manera de reivindicar también el legado lírico en euskera. Una muestra de que la ópera también se hacía en euskera o que en euskera también se hacía ópera".

Por ello, ha relatado Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística, cuando recibió la llamada de Iñigo Alberdi para llevar a cabo el proyecto no tuvieron ninguna duda. "Llamé a Eresbil -Archivo Vasco de la Música- de inmediato y Pello Leiñena consideró imprescindible que las instituciones nos comprometiéramos", ha concretado.

Según han confesado, inicialmente el proyecto no tenía la envergadura hoy ha adoptado. "La intención era adaptar la partitura, escoger buenas voces y, quizás, hacer la grabación con la ayuda de un piano", ha expuesto Zupiria. Sin embargo, estos dos años de maduración han favorecido que el proyecto adquiera otra dimensión.

"Ello ha hecho posible que además de los cantantes de esta calidad nuestras dos orquestas sinfónicas también se unan. Esto es un regalo", ha apuntado sobre esta ópera que en las representación realizadas a lo largo de la en la geografía vasca tuvo un éxito rotundo que ahora esperan revalidar con un disco que quedará para la posteridad.

SOPORTE MATERIAL

La obra, creada por encargo de la Sociedad Coral de Bilbao, no ha sido escuchada y difundida en un soporte material hasta ahora. "Para llevar a cabo La Traviata Eso conlleva trabajo", ha recordado Alberdi, quien ha tildado como reto para la coral que no hubiera un testimonio estilístico previo a la hora de interpretar la ópera.

En esa línea, Elías Unzueta, gerente de Petronor Innovación, ha asegurado que se trata de "un proyecto de ingeniería acústica, en el que se aúna innovación y tradición con un resultado más que satisfactorio". Y es que el hecho de que se grabara durante la pandemia también ha sido un desafío. "La orquesta grababa por la mañana y, sobre eso, el coro grababa por la tarde. Este funcionamiento ha hecho que sea complicado", ha revelado Alberdi.

Los solistas han estado dirigidos por la batuta de Iker Sánchez y han sido asesorados por Rubén Fernández Aguirre. "Es música que está muy bien escrita, es producto de su época al 100%, hay melodías vascas pero transformadas al lenguaje sinfónico. Desde el punto de vista del compositor también tiene un sabor francés", ha añadido Alberdi sobre la obra que han tratado de contextualizar con sus antecedentes y repercusión histórica.

Así, han respetado la autoría de la imagen del libreto original, que corresponde a un extracto de un cuadro de Aurelio Arteta, incluyendo otra de sus obras pertenecientes a la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Sardinera sentada, en la portada del disco.