El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha comprado por 300.000 euros el 'Guernica Gernikara', la versión del "Guernica" de Agustín Ibarrola. La adquisición se ha realizado gracias a una aportación extraordinaria del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, según señala la galería.

La obra, que llevaba cuarenta años en el estudio del autor, ha sido expuesta en ARCO por la galería José de la Mano. Fue en 2020 cuando, preparando una exposición del artista vasco Agustín Ibarrola, el galerista madrileño José de la Mano se fijó por casualidad en un catálogo antiguo en el que aparecía este mural.

Ibarrola, retirado de la vida pública, explicó en 1978 esta obra, donde se reconocen claramente las icónicas figuras que pintó Picasso, en este caso rodeadas por unas formas que podrían ser rejas.

"En otra dimensión ya aparece en mí la preocupación [...] del mundo de las rejas. Las rejas me estaban impresionando mucho, todo el silofón de las rejas, todos los movimientos de los candados, de las cadenas golpeando contra las rejas", indicó.

El cuadro de Ibarrola fue presentado por primera vez en la Sala Gris del Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1977, "casi como un primer paso de ese museo soñado. Dos años después, en 1979, de nuevo en la mencionada Sala Gris de esta institución, con un escenográfico montaje que mezclaba este emblemático lienzo con otras piezas geométricas y paneles con las características escenas de fábricas y obreros de Ibarrola. Se exhibió una tercera vez, al año siguiente, en la Sala Municipal del Ayuntamiento de Barakaldo y, probablemente, en 1981, en la Sala de Arte de la Caja Laboral Popular, en Bilbao, en la exposición Guernica Gernikara", recuerdan desde la galería madrileña.

La familia quería que la obra se quedara en una institución pública, o en una colección privada pero que tuviera un museo en el que se expusiera para el público general.

La adquisición ha propiciado también la donación de otras dos pinturas de Ibarrola al museo fechadas entre 1973-1979. Ambas obras formaron parte de un singular montaje expositivo concebido por el pintor para la exposición de esta emblemática obra en la sala Gris del museo vasco en 1979.

La exposición de este cuadro coincide con los cuarenta años de la llegada de la mítica obra de Picasso a España.