Algunas caras conocidas en la Sección Oficial del Zinemaldia. Es más, alguno arranca la carrera por la Concha de Oro teniendo ya una en su haber. No es la primera vez que cineastas repiten en busca del premio. Un caso reciente es el de Isaki Lacuesta, que el año pasado se volvió a llevar el galardón principal del Festival Internacional de Cine de Donostia por Entre dos aguas. También hubiese sido el caso de James Franco si su Zeroville no hubiese quedado fuera de competición.

En esta edición también habrá varios repetidores. En primer lugar, François Ozon, cineasta galo muy habitual sobre la alfombra roja del Zinemaldia. No en vano, en 2012 se alzó con la Concha de Oro y con el Premio del Jurado al mejor guion por la inquietante y desconcertante Dans la maison. Dans la maisonEl festival informó ayer que el parisino llegará a Donostia con una historia de juventud, Eté 85, que cuenta la aventura de Alexis, un adolescente que es salvado de la muerte gracias a David. Ozon se estrenó en el Zinemaldia en 1997, cuando presentó su primer largometraje, Regarde la mer, en Zabaltegi en 1997. Posteriormente, concursó en la Sección Oficial hasta en tres ocasiones más: en el año 2000, con Sous le sable; en 2009, con Le refuge, que le hizo acreedor al Premio Especial del Jurado, y en 2014, con Una nouvelle amie.

Otra que vuelve a la Sección Oficial es la japonesa Naomi Kawase, después de que Vision, un viaje místico y naturalista a su Nara natal, compitiese en 2018 sin su presencia. La primera vez que la realizadora de Una pastelería en Tokio compitió por la Concha de Oro fue hace una década cuando presentó Genpin sobre el nacimiento y la muerte, un viaje a Gipuzkoa al que le acompañó su hijo Mitsuki y que dejó enternecedoras estampas en el photocall del Kursaal. En su línea de hablar de la familia, Kawase presentará Asa ga kuru, que abordará el concepto de maternidad.

Uno de los exponentes del Dogma 95 también quiere llevarse a casa el premio principal del festival. Se trata de Thomas Vinterberg, autor de Festen (1995), la primera película que inauguró el movimiento danés fundado por Lars von Trier y el propio Vinterberg, que fue exhibida en Donostia en la retrospectiva Fiebre Helada en 2007. En esta ocasión, la Sección Oficial acogerá el estreno europeo de Druk, una cinta en la que sus protagonistas apuestan por mantener un nivel constante de alcohol en sangre para "abrir su mente".

El lituano Sharunas Bartas es otro cineasta que hace una década también fue seleccionado para participar en una retrospectiva, concretamente en 2014 en Eastern promises. Retrato de Europa del Este en cincuenta películas en la que se proyectó Eurazijos. Con bagaje en otros festivales como Cannes, Berlín, Venecia o Locarno, volverá a la capital guipuzcoana para el estreno mundial de In the dusk, un drama sobre el movimiento partisano contra la ocupación soviética de su país tras la Segunda Guerra Mundial.

Jóvenes aspirantes

Al comité de selección del Zinemaldia también le gusta incluir a jóvenes promesas en la pugna por la Concha de Oro. Es el caso de la georgiana Dea Kulumbegashvili, de 34 años, y del japonés Takuma Sato, de 31. Tras presentar sus cortos en Cannes y en la Quincena de Realizadores, Kulumbegashvili realizará en Donostia el estreno mundial de su primer largometraje, Dasatskisi, un drama que narra el acoso que sufre una comunidad de Testigos de Jehová en un tranquilo pueblo de provincias.

En el caso de Sato, premiado por su primer largometraje en el Pia Film Festival de Tokio y en el Festival Internacional de Busan, presentará su segunda obra, Nakuko wa ineega, sobre un hombre al que le cambia la vida después de una cadena de televisión le grabe corriendo desnudo.

La Sección Oficial se inaugurará, además, con el estreno de Rifkin's festival, cinta de Woody Allen, y el Zinemaldia también proyectará, tras la entrega del Premio Donostia a Viggo Mortensen, su primera cinta como director, Falling, seleccionada por el Sello Cannes, al igual que las citadas películas de Ozon, Kawase, Bartas, Vinterberg y Kulumbegashvili.