ASTA las desgracias más dolorosas se pliegan ante el inevitable paso del tiempo y las estaciones. Así lo ve Mäbu, el dúo vasco liderado por la voz de María Blanco, que acaba de publicar Primavera y que se publica justo después de la celebración de su primera década de trabajo en común. “El disco tiene un mensaje muy claro, y muy para este momento”, asegura la pareja.

Tras la celebración de su décimo aniversario, Mäbu, dúo compuesto por la cantante María Blanco -hija del dúo Sergio y Estibaliz, creado tras su marcha de Mocedades- y el músico y productor Txarlie Solano, vuelve para presentar un adelanto en forma de EP de lo que será su próximo disco, que llevará el título de Un año después. “Puede que no sea el mejor momento para publicar un nuevo trabajo. Sobre todo para hacer su promoción porque ahora todos los medios están preocupados por informarnos de qué es lo que ocurre allí, afuera”, asegura la pareja.

Mäbu ha decidido publicar sus cuatro nuevas canciones porque, dado su propio título, Primavera, “tenía que llegar con el cambio de estación, no podía ser de otra manera”, asegura el dúo vizcaino. “Todos tenemos miedo, todos vivimos estos dias sin saber qué es lo que va a pasar y nosotros, como si solo quisiéramos hablar de nuestro libro, insistimos en sacarlo a la luz a pesar de toda esta mierda”, apostillan.

“Gracias por dejar entrar Primavera en vuestras casas, gracias ahora más que nunca por escuchar con atención. Por dejar entrar a nuestros pájaros, por creer en la utopía aunque la cruda realidad viva ahí fuera, por no dejar de hacer terapia con vosotros mismos aunque sea comiéndonos media cocina y escuchando a nuestra vecina para que el ánimo no decaiga”, prosigue Mäbu, un proyecto musical que reconoce como propias influencias de músicos y cantantes tan dispares como Regina Specktor, Robert Plant, Feist, Sergio y Estíbaliz, Depedro, Jorge Drexler y Maita Hirasawa.

El dúo vizcaino asentado en Madrid, que en el primer fin de semana de confinamiento participó en el Yo me quedo en casa festival, cambiando “los escenarios llenos de luces” por su domicilio vacío, entrega en Primavera solo cuatro canciones grabadas en los OMC Estudios de Madrid.

Ofrece un repertorio de pop de aliento indie y muy personal -refractario la banalidad y, por tanto, más difícil de hacer vender y triunfar mayoritariamente-, de sonoridad acústica, con guitarras acariciantes, teclados coloristas y hasta la suma de un piar de pájaros en el instrumental que da título y abre el EP.

“Tiene un mensaje muy claro y muy para este momento. Porque sin saberlo vamos a publicar el trabajo que más va a marcar nuestra carrera”, asegura el dúo. La bella voz de María fue “grabada del tirón dos veces” en el caso de la canción Utopía, que habla de un despertar, según sus autores. Se refiere “a lo fácil que es hacernos un mundo perfecto, utópico y sencillo en nuestras cabezas y de lo poco conscientes que somos de que en cualquier momento aquello en lo que nos agarramos y confiamos desaparece porque nada es eterno y nada es tan bonito”.

Despertar, golpeado y dolorido, pero siempre mirando el lado positivo de la vida. Ese es el mensaje de una canción que incluye los versos siguientes: “siempre podría ser peor, siempre podríamos dejar de ver la luz/esta primavera es como un verano sin color azul”.

En la canción Terapia, Mäbu nos insta a dejar atrás viejos amores, Instagram y Netflix, y olvidar los disfraces y los días fríos, para vivir con alegría -”y conmigo misma”- la nueva estación, como sinónimo de una nueva etapa. El EP se completa con una versión del clásico Dos gardenias, un bolero convertido en un himno cantado por Daniel Santos y La Sonora Matancera.