bilbao - El mexicano Rafael Basurto Lara, la última voz principal de Los Panchos, asiente cuando se le pregunta si el trío mexicano abrió el mundo a futuros artistas latinos, de Julio Iglesias a Rosalía. Y asegura que el grupo, al que hoy homenajea por sus 75 años de música en el Teatro Campos, es el padrino de varias generaciones de niños y niñas gracias a boleros que cantará esta noche, como Parece que va a llover o Si tú me dices ven. “El grupo cantaba para unir cuerpos, almas y corazones”, indica en esta entrevista.

El de Bilbao no será un concierto normal ¿verdad?

-Será diferente porque, además de las canciones, contaremos la historia verdadera de Los Panchos, desde su fundación, hace 75 años, hasta nuestros días. Y nos apoyaremos en proyecciones de imágenes de archivo del grupo, algunas inéditas, otras de películas... Quiero hacer un gran homenaje a todos los músicos que pasaron por su seno.

Habla de la historia verdadera. ¿No se conoce suficientemente?

-Es que muchos amigos del grupo no la conocen, especialmente la relacionada con quienes hemos sido las voces principales del trío. Los fundadores fueron El Güero Gil, José Chucho Navarro y Hernando Avilés, y luego tuvieron muchos cantantes principales, como Raúl Moreno, Julio Rodríguez Reyes, Johnny Albino, Enrique Cáceres... y yo.

Fue su última voz principal desde...

-... el año 1976. Estuve más de 40 años con ellos (risas). Ha sido una gran satisfacción para mí y tengo la responsabilidad de contar su trayectoria al público, que es quien siempre tiene la última palabra.

¿Con quién actúa usted ahora?

-Mi grupo lo integran tres personas: tres guitarras y voces, y mi pianista, que toca también el bajo. No será una historia cronológica del grupo, sino que haremos saltos en el tiempo. La carrera del trío fue tan larga que podríamos estar en el escenario una semana entera (risas).

Habrá sido difícil elegir el repertorio entre tantas canciones.

-No es nada fácil, la verdad. Acabamos buscando lo más selecto, lo esencial y lo más exitoso de todas las voces que pasaron por su seno, desde Rayito de luna a Parece que va a llover, Me voy pal pueblo o Si tú me dices ven.

‘El reloj’, ‘Toda una vida’, ‘Quizás, quizás, quizás’... ¡Tienen tantos clásicos!

-Es imposible tocarlos todos, claro. Grabamos como 3.000 canciones. Antes hablaba de una semana tocando, pero podríamos llegar al mes. Con que se queden con nuestra esencia de lo aportado al corazón de nuestra gente nos quedaremos contentos.

¿Usted tiene alguna canción favorita?

-Por supuesto, muchas. Pero sobre todo una, que fue premonitoria. Se llama Si tú me dices ven. Con ella conocí a mi señora hace treinta años y, como dice su letra, lo dejamos todo, uniéndonos en un solo corazón. Y hoy seguimos ambos tan enamorados como el primer día.

¿Cuál es el secreto de un grupo para que llegue al corazón de la gente durante 75 años?

-Siempre digo que es porque siempre le cantamos a la mujer, que es lo esencial de la vida, lo primordial de nuestra existencia. No hay otra manera de decirle gracias al amor y a la mujer que a través de la canción y, especialmente, del bolero. En ellos están todos los sentimientos humanos, del amor a la desesperación, celos, esperanza, angustia... La esencia del corazón humano está en los boleros, dichos con melodía y ritmo. En eso Los Panchos fuimos pioneros. Era música sencilla y hecha con cariño, con tres voces y guitarra, pero con un solo corazón.

Por eso el bolero no tiene edad...

-Exacto, a nuestros conciertos viene gente joven. Incluso niños, lo que me llena de satisfacción porque Los Panchos siempre cantamos para unir cuerpos, almas y corazones. Y le pido a Dios y al Universo que este sentimiento sea eterno porque nuestro planeta está un poco desorientado y convulsionado, y es importante volver al amor. Si no, desapareceremos.

Fueron embajadores de lo latino en todo el mundo. ¿Sin el grupo lo habrían tenido más difícil desde Julio Iglesias a Rosalía?

-(Risas). Seguramente, sí. Abrimos mercados a muchos artistas que hoy recorren el mundo con éxito.

¿Entiende y le gusta la música más actual y urbana, como el rap o el reguetón?

-¡Hombre, la juventud se impone! Y tiene que renovarse con ese poderío y energía que conlleva. Pero siempre digo que la música moderna se baila por separado, brincan y se tiran... Baila cada uno por un lado, al contrario que nosotros, que buscábamos juntar a la gente y que se le dijeran cosas hermosas al oído a la persona amada. Por eso tuvimos la suerte de ser padrinos de muchas generaciones de niños.

Defienden el baile ‘a lo agarrado’

-Pegados, sí. Absolutamente pegados, eso es bailar, como dice la canción de Sergio Dalma (risas).