Coincidiendo con el anuncio de que está componiendo la partitura del musical basado en la inolvidable película de Frank Capra ¡Qué bello es vivir!, Paul McCartney, a sus 77 años, demuestra que está muy vivo con la reedición de cuatro de sus discos grabados en directo, tres en solitario y uno con su exgrupo Wings, mientras sigue con su gira internacional veraniega de conciertos: Summer of Live.

McCartney, historia viva de la música popular tras su paso por The Beatles, va camino de los 80 años pero no deja de trabajar. Hace apenas un año que publicó su 17º disco de estudio, un destacable Egypt station en el que viajaba por múltiples estaciones estilísticas -las más disfrutables las más clásicas y melódicas-, pero su ritmo está lejos de apagarse. Confirmó que tiene previsto estrenar la versión musical de la obra de Capra para finales de 2020 y para descansar de las labores de composición se ha embarcado en su habitual gira internacional de conciertos estivales.

Además, esta semana se han puesto a la venta cuatro discos que capturan actuaciones, desde su regreso de 1975-1976 a los estadios de Estados Unidos con Wings a su íntimo set de 2007 en los discos de Amoeba en Los Ángeles. Los álbumes Amoeba gig, Paul is live, Choba B CCCP y Wings over America están disponibles tanto en formato digital como en físico, en compactos y vinilos, todos ellos editados por Universal.

Siguiendo el orden de publicación aparece Wings over America, el raro álbum número 1, documento de uno de los shows de rock más sofisticados y deslumbrantes de la década de 1970. Paul y su antigua banda -Linda McCartney, Joe English, Denny Laine y Jimmy McCulloch- tocaron ante más de 600.000 personas en 31 actuaciones en Estados Unidos y Canadá, terminando con tres noches históricas en Los Ángeles. Grabado en 1976, se edita en doble CD y triple CD de 180 gramos con póster original de recuerdo e incluye temas míticos como Band on the run y canciones de The Beatles.

En vivo y estudio Choba B CCCP, en ruso Back in the URSS, es una rareza en la carrera de McCartney, editada en 1988 inicialmente en la Unión Soviética, en lo que fue el primer lanzamiento exclusivo de un artista occidental para dicho mercado. Es un disco en directo, pero grabado en estudio, que tiene como objetivo, a lo largo de once clásicos del rock de los 50 como That’s all right (Mama) o Midnight special, dar las gracias a un pueblo que siempre tuvo en buena consideración a The Beatles, más allá de adscripciones políticas. McCartney recuerda que el álbum fue como “extender la mano de la paz y la amistad” con el pueblo ruso.

Por su parte, Paul is live se grabó en la gira de apoyo a su disco Off the ground, en 1993, que recorrió Estados Unidos y Australia. Con su irónico título (vivo, muerto, en directo) al frente, acoge una gran cantidad de clásicos de Wings y The Beatles, además de versiones de Good rockin tonight, de Roy Brown, y Kansas City, de Leiber y Stoller, entre otras, e improvisaciones exclusivas que se grabaron durante los ensayos, al igual que el resto del repertorio.

Finalmente, McCartney reedita Amoeba gig, otra rareza y primer lanzamiento comercial de larga duración del concierto sorpresa gratuito del británico en Amoeba Music de Hollywood, el 27 de junio de 2007. Hasta ahora solo se conocían cuatro canciones incluidas en el Amoeba’s secret EP. El álbum incluye 21 temas -The long and winding road, I’ll follow the sun, I’ve got a feeling, Matchbox, Baby face, Coming up...- tocados de forma fresca y eléctrica ante una audiencia exclusiva de unos pocos cientos de afortunados.

Resulta muy recomendable escuchar todos estos discos mientras se lee la antológica vida de McCartney escrita por Philip McCartney. Se titula La biografía (Malpaso) y lo cuenta todo sobre él a través de su familia y allegados, de la ruptura de The Beatles a su lucha artística con Wings o su complicada relación con John Lennon, a lo largo de casi 800 páginas.