UNA bienvenida sobrecogedora de fantasmas de la ópera, vertiginosa por la aparición de los zancudos y festiva con el Libiamo, el inmortal brindis de La traviata. Hubiese querido hacerlo en la plaza, pero la lluvia obligó al resguardo. Así comenzó la tarde en la que la ABAO, asociación que preside Juan Carlos Matellanes, fue más allá de la presentación de una nueva temporada, la 68ª desde que en 1953 este proyecto naciese... ¡en una cocina! Más allá, digo, porque la ABAO presentó el nuevo logo, ABAO Bilbao Ópera. y el hastag #YoSoyABAO con el que la asociación cabalga hacia el futuro, fijado por el propio Matellanes en 2028, cuando la asociación apague 75 velas. La temporada como tal arrancará el próximo 19 de octubre con la representación de Lucia di Lammermoor, obra de Gaetano Donizetti. Se anunció que la nueva campaña acogerá cinco títulos, un concierto, una ópera de salón y cuatro títulos para el público infantil y juvenil. Propósitos de futuro, fantasía en escena, y proyectos tangibles plasmados en el anuncio de relevantes estrenos, impactantes producciones y grandes figuras. ¡El acabose!
Acompañaron a Matellanes en el vestíbulo del Teatro Arriaga, engalanado en do de pecho, los consejeros Josu Erkoreka y Pedro Azpiazu; el viceconsejero de Cultura, Joxean Muñoz; Ibone Bengoetxea, Teresa Laespada, Andoni Iturbe, Iñigo Iturrate, Arturo Aldecoa, Nekane Alonso, Xabier Ochandiano, Luis Eguiluz, Beatriz Marcos y una concatenación de autoridades, llegadas desde diversas latitudes. En el escenario, Azul Tejerina y Óscar Terol -divertido en su recuerdo de Farinelli, un castrati con el que se comparó en su infancia...- aguardaban para dar rienda suelta a la gala.
De otros mundos alejados de los despachos de gobierno se acercaron José Ignacio Malaina, en nombre del propio Teatro Arriaga; el director de DEIA, Juan José Baños; Josune Ariztondo, Ibon Aranbarri, director de la BOS; Iñigo Alberdi, director de la Orquesta Sinfónica de Euskadi; Miguel Ángel Lujua, consejero director general del IMQ; Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, quien recibió un agradecimiento público del propio Matellanes; Carlos Gorria, María José Gandarias, Txema Vázquez Eguzkiza, Delia Quintanilla, Begoña Bernal, Jorge Aio, Gonzalo Olabarria, Iñaki Garcinuño, presidente de Cebek; Lander Mendieta, Susana Rodríguez Vidarte, Magdalena Suárez, Santiago Goyarrola, Itxaso Atutxa, presidenta del BBB; Eduardo Andrade, Raquel González, Juan Manuel Astigarraga, Estíbaliz Hernández, María Arbeo, Txema Bilbao, José Antonio Isusi, Cesidio Niño, director artístico de la ABAO; Jon Ortuzar, Txusa Alcalde, Juan Luis Ibarra, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco; Carmen Miral, Carolina Pérez Toledo, Maite Lozano, Julia Diéguez, presidenta de Deusto Bizirik, y Julio Aristín entre otros nombres de peso.
El teatro era un bullir. Bajo la lluvia del confeti rojo de despedida se encontraban, a su vez, Xabier Basañez, Esther Gutiérrez Orrantia, Juan Pedro del Romero, Juan Goiria, Mar Rey, Arantza Calvo, Begoña Larrañaga, Eguzkiñe Txaurri, Mari Paz García, María Sandoval, Pilar Txaurri, Ana Allende, José Barkala, en nombre de Bilbao Basket; Fernando San José, emisario del Athletic; Leopoldo Sánchez Gil, Patxi Villanueva, David Barbero, Edorta Atxaerandio, Elena Orrantia, Sebastián Agirretxe, Marisol García Abadía, Jon Ander Medrano y una legión de nombres propios que vivieron una noche cargada con la pólvora de la armonía y la lírica. Todos salieron felices y orgullosos de la ABAO.