bILBAO - “Una obra de teatro con alta densidad poética”, así definieron ayer Carmelo Gómez y Ana Torrent la obra Todas las noches de un día que protagonizan en el teatro Arriaga desde ayer hasta el domingo. El texto de Alberto Conejero, que ganó el tercer certamen de la asociación de Autores de Teatro está dirigido por Luis Luque, montaje del que se ofrecerán cinco funciones en total, todas ellas en horario de 19.30 horas, excepto el domingo, que lo hará a las 19.00.
La representación, que como aseguró el director Gerente del Teatro Ignacio Malaina “tiene todos los ingredientes para ser una gran obra”, aborda la temática de un combate entre la vida y los recuerdos, entre el amor y sus fantasmas mediante “la conjugación de la poética y el thriller”.
La muestra ofrece la poética como vehículo para trazar el carácter y destino de los dos personajes de la historia llena de enigmas sin resolver y “mucho amor”. Como aseguraron los protagonistas de Todas las noches de un día: “Los silencios son tan importantes como las palabras, ya que las escena está llena de simbolismo”. Y es que según el intérprete Carmelo Gómez el invernadero donde transcurre la obra es un personaje más.
La actriz Ana Torrent por su parte, que actuará por primera vez en el Arriaga, encarna al personaje de Silvia, una mujer que ha desaparecido, por lo que Samuel, su jardinero e interpretado por Gómez, será interrogado por la policía.
Y es que como aseguró Torrent, “el jardinero relata los hechos acerca de la desaparición de Silvia, momento que servirá para descifrar lo que ocurre en una relación”, ya que aborda la temática de personas que se han refugiado en un lugar “por las heridas que arrastran del pasado”. De ese modo, el personaje de Torrent, abrumado por los abusos que sufrió se “protege de una manera kamikaze y dolorosa”.
Además, Todas las noches de un día se trata de una obra que se desarrolla en dos niveles temporales de realidad, “un presente que narra el pasado y un presente pasado, que es un tiempo de recuerdos”, como destacó Carmelo Gómez, que asume todo el protagonismo de la obra junto con la actriz madrileña.
Espacio escénico El protagonismo del invernadero, localización en la que se lleva a cabo la obra, quedó patente en la presentación de la misma, y es que como aseguraron los intérpretes la muestra que hace referencia a Lorca, y sobre todo el punto de partida de Doña Rosita la soltera, se centra en un espacio que “se niega desde fuera, que posibilita la reflexión desde la distancia y donde la naturaleza marca la línea entre la verdad y la mentira”.