Heterodoxa, bilingüe, valiente, voluptuosa, hedonista y feminista. Así es la bilbaina Aneguria (Ane San Miguel. 1984), rapera, cantante y MC ganadora del concurso Banden Lehia 2017. El fruto de ese triunfo es Percebe, dana edo ezebez (Baga Biga), un tercer disco con seis temas y dos remixes que alterna euskera, castellano, electrónica, reggae, rap, folk euskaldun y mensajes feministas y críticos con pura diversión.

Aneguria, aka La Kieta, lleva desde los 17 años enfangada en el mundo del rap, estilo que se le acabó quedando pequeño. Componente de bandas como Lapiko Klika o la Dolçe Rima y colaboradora habitual de la rapera La Basu, la bilbaina es también una de las fundadoras de Eskina Feminista, proyecto cuyo fin es dar visibilidad a las mujeres que se animan a coger un micro para rapear.

La vizcaina, que ha actuado ya en Alemania, Bélgica, Dinamarca, Japón y el BBK Live, edita ahora su tercer disco, Percebe, dana edo ezebez, fruto de su triunfo en el premio Banden Lehia 2017 y que toma el relevo de Horchata de chufa y Franbuesas y palomitas, sus dos primeros CDs, ambos autoproducidos.

El tercer disco de Aneguria ofrece seis canciones y dos remezclas, en las que se alternan el euskera y el castellano. “Hicimos la instrumentación (las bases musicales son de Ikki) y depende de qué sentimientos me sugerían o qué idioma, fueron saliendo las canciones”, según la artista, que buscó “mezclar electrónica potente y EDM con música más comercial”, prosigue.

baile feminista Su lado más maquinal y electrónico se muestra libre en Aski da o Ya dormiré mañana, mientras que el reggae anima Atean knock knock y su faz más pop y comercial lleva el nombre de Tu piel contra mi piel. Aneguria se atreve también a subvertir el folk euskaldun (”para que la gente mueva el culo”) en la remezcla de Non zaude, con Axular Arizmendi y Larraitz Pie de Hierro, a la txalaparta, y Antton Calleja, a la alboka. Y en primer plano aparece el rap como bálsamo, impregnándolo todo.

Vivir de forma placentera pero sin obviar la realidad, son los objetivos de Aneguria en este disco, con portada “bizarra” que muestra a su autora desnuda sobre un lecho de percebes, en alusión a su título. “Tiene la música que me gusta, para bailar”, explica la bilbaina, que también defiende la libertad individual, la solidaridad con Hasel, Valtonyc y “un montón de personas que están siendo encarceladas por pensar en alto, por hablar sobre temas conflictivos”; y que se muestra claramente feminista en Hostias como panes. “Pretende ser un himno, una leyenda de la lucha de la mujer. La manada está de fondo. El miedo va a cambiar de bando”, concluye.