nADA menos que una treintena de actores, cantantes y bailarines dan vida en un exitoso musical a Dirty dancing, película de éxito a finales de los años 80, hace justo 30 años. El espectáculo permanecerá en el Auditorio de Euskalduna Jauregia hasta el día 10 de este mes, con entradas entre los 18 y 54 euros, más gastos de gestión.
No es la primera vez que un clásico del cine se reconvierte en musical sobre las tablas de teatros y auditorios. En el caso de Dirty dancing, narra la historia amorosa de Baby y Johnny Castle, en su día protagonizados por Jennifer Grey y Patrick Swayze, que dejó para la historia un emocionante relato de amor (racismo y aborto incluidos), un Oscar y canciones y bailes como los de Hungry eyes, Hey! baby, Do you love me y, sobre todo, (I’ve had) The time of my life.
Tras un éxito rotundo en Madrid, donde la han visto más de 15.000 espectadores, Dirty Dancing se muestra en Bilbao como una electrizante y sensual fiesta de la danza que discurre por múltiples cambios de escenografía en cada representación y presenta un sugerente, colorido y muy variado vestuario.
Federico Bellone es el director de este musical que protagonizan Eva Conde y Christian Sánchez. “Son dos papeles tan potentes y los hemos visto tanto que el gran reto es estar a su altura”, según el dúo. En opinión de Conde, la dificultad principal ha sido “tener que bailar mal al principio”, ya que interpreta a una jovencita inexperta. Por su parte, Sánchez, niega que su personaje sea “el típico chulo” sino “un superviviente que intenta salir adelante de la mejor manera posible y que tiene sus miedos e inseguridades”.