getxo - Desde que empezó a a trabajar, Mónica Allende ha estado rodeada de los mejores de la fotografía. Se fue de Bilbao muy joven, con 18 años, a Londres, donde estudió en la Universidad de Ciencias Políticas y donde ha desarrollado prácticamente toda su trayectoria profesional. Primero, para varias editoriales de libros, para pasar luego a ser editora gráfica de The Independent y, posteriormente, del Sunday Times Magazine.
“Me enamoré de la ciudad desde el mismo momento en el que llegué. Cada día, había algo nuevo que ver, que escuchar, que hablar o que investigar”, confiesa la nueva directora artística de Getxophoto.
Su primer contacto con el festival fue precisamente, desde el prestigioso magazine británico, donde puso en marcha la premiada sección fotográfica Spectrum. Ahora, durante tres años, estará al frente del certamen getxotarra, en el que viene dispuesta a afrontar nuevos retos, entre los que se encuentra la incorporación de las nuevas narrativas. Bajo el lema Transiciones, el certamen se prolongará hasta el 1 de octubre con imágenes en diferentes espacios de la localidad vizcaina, principalmente al aire libre, y un “intenso” programa de actividades que incluye talleres, recorridos y citas en las que los autores podrán encontrarse y dialogar con todas aquellas personas interesadas. Porque Getxophoto es más que fotografía.
¿Qué opinión tenía de Getxophoto cuando trabajaba en el ‘Sunday Times Magazine’?
-Me parecía un certamen muy interesante por su trayectoria artística; se ha cuidado siempre mucho el contenido, se ha invitado a grandes artistas y ha estado siempre comisariado por estupendos curators. Además, he tenido la posibilidad de colaborar en dos ocasiones con este festival.
¿Por qué decidió dejar todo y regresar a su ciudad?
-Mi trabajo como editora fue un capítulo muy importante de mi vida, pero ahora estoy en un momento de transición personal, de dejar una plataforma tradicional como es la prensa escrita, y empezar a explorar otras posibilidades, otras vías de comunicación y plataformas de proyección. Y otras formas de contar historias que reflejan la actualidad de los medios que tenemos en el siglo XXI. En estos años, se ha transformado la forma de trabajar totalmente, la tecnología, cómo nos comunicamos, cómo escribimos, qué producimos...
Ha llegado dispuesta a aportar un nuevo enfoque al festival getxotarra...
-Cuando me ofrecieron la dirección artística, les comenté que obviamente era un privilegio; sigo los pasos de grandes comisarios, que de alguna manera han sido compañeros míos, mis mentores. Al mismo tiempo, supone la posibilidad de tener una plataforma para poder desarrollar conceptos, ideas, transformar, innovar... La experimentación siempre me ha interesado.
Uno de sus objetivos es introducir nuevas narrativas visuales, como el documental, vídeo o la realidad virtual. De hecho, Getxophoto ha pasado a llamarse Festival Internacional de Imagen en lugar de fotografía.
-Así es, porque se acerca, por primera vez, a las instalaciones interactivas y audiovisuales. Me interesa el concepto de la narración visual en diferentes formatos, lo que contamos, pero no me preocupa tanto cómo lo contamos. La fotografía es muy interesante pero hoy en día limita la forma de contar las historias. Hemos traído a artistas digitales, que son programadores, vamos a tener proyecciones... Estamos contando historias visualmente, pero abrazando todo tipo de medios. En total, participarán durante este mes 23 artistas, entre ellos, tres ganadores del World Press Photo, Giulio Di Sturco, Paolo Woods y Daniel Beltrá. Y digo artistas, no solo fotógrafos.
Ha elegido el tema de la posglobalización. ¿Por qué?
-Buscaba una conversación actual, me gusta poder mantener un diálogo con una audiencia con algo que preocupa ahora, para que la sociedad se sienta involucrada alrededor del festival. Getxophoto es un festival que habita el espacio público, y hay que conseguir una colaboración con nuestra audiencia, plantear un tema que preocupe, provocar opiniones. Estamos viviendo las consecuencias de la globalización, de incertidumbre social, de grandes extremos y polarizaciones sociales: los resultados de las elecciones en Estados Unidos, el Brexit en Gran Bretaña, la reacción a los refugiados, la crisis del proyecto europeo... La sociedad actual vive en un momento de cambio, en el que nos tenemos que plantear hacia dónde vamos.
En la actualidad, nos llegan millones de imágenes que todos producimos. ¿Qué aportan festivales como Getxophoto?
-Estamos en un momento en el que todos somos fotógrafos, todos documentamos nuestra cotidianidad a través de fotografías, independientemente de qué generación y qué edad tengamos. Este tipo de festivales aportan una diferenciación entre las redes sociales y los espacios pensados, racionalizados, donde los expertos vamos a intentar traducir las conversaciones que entran dentro del ámbito profesional. Son dos cosas que pueden coexistir, la masificación de lo que todos fotografiamos y espacios de reflexión.
En su opinión, ¿qué marca la diferencia entre una buena foto y la que colgamos en nuestro Facebook o Twitter?
-Pienso que técnicamente no hay diferencia, se ven fotografías de amateurs, que técnicamente son insuperables. Por otro lado, vemos otras de grandes profesionales colgadas en los museos que no entiendes cómo han llegado allí. Lo que las diferencia es la narrativa y el concepto. Se parte de una idea y se crea una narrativa, pensada, reflexionada, documentada... o simplemente ves un paisaje maravilloso y sacas una foto porque te apetece. Pero, no es más que una experiencia personal.
Ha confesado que otro de sus objetivos es afianzar lazos con agentes culturales y artísticos de Bilbao
-En Bilbao, la oferta cultural es muy interesante. Cada vez hay más visitantes que llegan buscando un turismo cultural, que acuden a los grandes museos... ¿Por qué no afianzar los lazos con Getxophoto? Por ejemplo, en Punta Begoña se presenta la exposición In Flux, que he comisariado con Shoair Mavlian, de la Tate de Londres, que reúne la obra de cinco artistas internacionales.
¿Cuál cree que será el futuro de la fotografía?
-Nos estamos comunicando visualmente, usamos la imagen como medio de comunicación y cada vez está tiene más importancia, sobrepasando a la palabra. Las plataformas que están creciendo, como Instagram -que en algún momento va a pasar a Facebook- parten desde la imagen. En este momento, nos comunicamos a través de la imagen, más allá de la palabra, esa es una realidad. Pero, la imagen, como medio de comunicación, siempre ha existido, lo que nos queda del Homo Sapiens, cuando vivía en las cavernas, son precisamente sus pinturas rupestres. ¿El futuro de la fotografía en papel? Es un medio, como el vídeo o la realidad virtual... Usamos diferentes tecnologías y diferentes soportes, pero al final, todos contamos historias visualmente.