El profesor Joan Casas Fuster dona 2.400 libros a Dantzerti
La Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi acogió ayer una charla del maestro catalán
Bilbao - El profesor catalán Joan Casas Fuster ha donado 2.400 libros de su colección a la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi, Dantzerti. De este modo, la biblioteca del centro suma más de 2.700 volúmenes, ya que contaba con 232 obras adquiridas por la propia escuela y 121 que llegaron cedidas por otros donantes.
Debido al gran aumento que ha experimentado la biblioteca, Dantzerti ha creado una plataforma para que, además de los alumnos, otros profesionales puedan acceder a sus libros. Los responsables del centro aseguraron ayer que su meta era alcanzar los 700 volúmenes en dos años, por lo que se mostraron muy satisfechos tras la donación de Casas Fuster.
Los tomos cedidos engloban obras en distintos idiomas. De hecho, el 37,37% de sus libros donados son en castellano, el 34,49% en catalán, el 18,41% en francés, el 5,95% en italiano, el 2,04% en inglés, el 1,37% en portugués y el 0,37% en gallego.
El profesor catalán impartió, además, una conferencia en Dantzerti, titulada Una merienda con Aristóteles, o por qué siempre nos topamos con la poética. En ella bromeó sobre su donación y aseguró que quizá llegue a los “3.000 libros cedidos, ya que me reservé una parte de volúmenes de teatro antiguo griego y latino, porque me interesa en este momento de mi vida”.
Con un extenso recorrido en teatro -ha sido actor, dramaturgo e ideólogo- se dedicó a la crítica teatral en el Diario de Barcelona y Avui, y también director de las revistas teatrales Pausa y Estudis Escénics. Durante 27 años fue profesor del Departamento de Teoría e Historia del teatro, pero no quiso dejar de lado la poesía y la traducción. Por ello, durante su conferencia afirmó que espera que en el futuro “las traducciones vayan más allá de la filología y sean dramáticamente útiles”.
El maestro jubilado rememoró el origen de su relación con Euskadi, que comenzó hace 50 años. “Vine con mi padre, que era mecánico y trabajaba en una fábrica de cerámica en Barcelona. Yo tenía 14 años cuando visité Euskadi por primera vez”, recordó.
Consejos Ayer Casas Fuster visitó de nuevo Bilbao para hacer su donación y dar una conferencia a la que asistieron los alumnos de la Escuela, a los que dio numerosos consejos. “He aprendido mucho siendo profesor, lo único que he buscado siempre es que mis alumnos fuesen razonablemente felices con una materia”, afirmó. A los estudiantes quiso transmitirles que gracias a los maestros se puede convivir con la experiencia, “pero el futuro es cosa vuestra”. “Algunas cosas dejan rastro en nosotros y otras no. Hay pocas cosas que nos hieran profundamente, pero esas son las que valen la pena y hay que descubrir”, recomendó a los jóvenes. - A. Garmendia