cUANDO Rubens pintó El jardín del Edén con la caída del hombre, una obra cargada de simbolismo, no imaginó que cuatro siglos más tarde sus espectadores podrían ver este óleo sobre tabla a una escala gigante que recogería cientos de detalles que no se pueden observar a simple vista, descubriendo todos los secretos de sus pinceladas.
Esta minuciosa perspectiva es posible gracias al programa 7 obras, 7 museos, que ha puesto en marcha el Museo San Telmo. Se realiza mediante la digitalización de las imágenes en formato gigapíxel y super-HD, con un zoom que permite captar hasta la más mínima pincelada y detalles que el ojo humano no puede observar. La labor es llevada a cabo por Madpixel, una empresa que ya ha trabajado con más de 200 museos de todo el mundo y que se sitúa como un referente a nivel internacional en esta especialidad. Pero el campo de trabajo de la compañía no solo se limita a las pinturas de los museos, también ha trabajado en la digitalización de las cuevas de Ekain, un lugar en el que llevaron a cabo una adaptación especial de su tecnología de Art Gigapixel para las necesidades que exige captar imágenes en una cueva.
Pero para llegar a estos proyectos Madpixel tuvo que arriesgar en sus inicios. Sus creadores fueron Koldo García e Iñaki Arredondo, dos emprendedores que decidieron aventurarse y fundar esta iniciativa, que nació como una agencia digital que desarrollaba proyectos a medida para diferentes empresas. Posteriormente comenzaron a desarrollar sus propios productos, con una aplicación muy concreta en el área de soluciones digitales para museos, una determinación acertada que les ha llevado a arrasar en este sector.
De hecho, en la actualidad trabajan con centenares de pinacotecas que digitalizan sus fondos, y están en contacto con diferentes museos e instituciones vascas para aplicar estos proyectos en relación con el concepto de museo digital.
Actualmente el equipo ofrece tres tipos de tecnologías: Art Gigapixel, una técnica de digitalización en superalta resolución; Second Canvas, una plataforma que permite la publicación de ese tipo imágenes, junto con contenido interactivo, en múltiples soportes; y Madgazine, una solución para la creación de publicaciones digitales, como libros virtuales o e-magacines.
De este modo, para brindar dichas imágenes en alta resolución, Madpixel realiza unas 16.000 fotografías por cuadro para hacer posible ver el alma de las pinturas, como en Las Meninas, de Velázquez, en el que incluso se puede observar las grietas del barniz y los trazos del pincel; o en El cardenal, uno de los retratos más famosos del artista Rafael Sanzio, del que pueden examinarse sus rasgos más recónditos.
La ventaja principal de esta iniciativa, tal y como apunta Koldo García, es que te permite explorar detalles de la obra que no son perceptibles a simple vista. “Si a esto le añadimos las ventajas que te proporciona el software Second Canvas, con navegación guiada por detalles, audiotours, y capas con información adicional, la combinación acaba ofreciendo una experiencia única, especialmente atractiva para aquellos que no pueden desplazarse a conocer la obra físicamente”, agrega el cofundador. Sin embargo, García recuerda que la génesis de este proyecto “requirió un profundo análisis sobre cómo desarrollar la solución tecnológica” que les permitiera realizar este tipo de capturas y llegar, de ese modo, al resultado final deseado.
Por ese motivo, fueron perfeccionando y patentando numerosas tecnologías, como un sistema de iluminación basado en luces frías que evitan la exposición de las obras a temperaturas altas que les pudieran causar daños. Pero esto es solo una parte. Madpixel también ha creado otras tecnologías como un sistema de autofoco guiado por leds, un software para la gestión robotizada de la captura, e incluso cabezales robotizados para la digitalización de techos. “Se trata de innovaciones que hemos desarrollado y que contribuyen a hacer estos procesos más eficientes y seguros”, agrega García.
el reto de ekain Uno de los últimos proyectos de Madpixel ha sido digitalizar las pinturas rupestres halladas en la cueva de Ekain, una de las obras más importantes del arte rupestre de la época paleolítica y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.
García afirma que el estado de conservación de Ekain, pese a su fragilidad, “es fantástico, debido a la excelente gestión que han llevado a cabo en este sentido las instituciones correspondientes”. Por eso, aclara que el proyecto surge de “la necesidad de divulgar y poner a disposición de una audiencia universal, un contenido único, en un formato que facilita su exploración y disfrute”.
Este proyecto pionero en España, según explica el cofundador, se llevó a cabo con un equipo muy reducido, “para perturbar lo menos posible las condiciones de la cueva”, y las capturas se realizaron a lo largo de tres jornadas. Para trabajar en el interior de la cueva, el grupo de Madpixel adaptó de su tecnología de Art Gigapixel, y además de utilizar las luces frías especiales que no alterasen la obra, se valió de baterías portátiles y trípodes que facilitasen la colocación del material dentro de la cavidad.
García agrega que “el trabajo en cuevas es complejo”, puesto que cada una tiene unas condiciones específicas, que hace falta estudiar individualmente, “pero desde luego, hay muchas cuevas que podrían ser susceptibles de desarrollar un proyecto de este tipo, y en Euskadi tenemos una excelente representación de ellas”.