París - El director artístico del Teatro Arriaga, Calixto Bieito, lleva a París la adaptación de la ópera Carmen, donde asegura que la violencia y la sensualidad están a flor de piel.
Bieito ha regresado a la Ópera de la capital francesa con una obra que presenta “un choque entre los machos y las mujeres”, señaló. El director estrenó el viernes en París una adaptación que ha mostrado por toda Europa desde su éxito en 1999 en el festival de Peralada (España) y que continuará en cartel hasta el 16 de julio.
Creada por Georges Bizet en 1875, Carmen es una de las óperas más representadas de la historia, aunque el dramaturgo murió tres meses después de su primera representación sin haber conocido el éxito. Situada en la Andalucía del siglo XIX, narra la tormentosa relación de amor de la cigarrera Carmen y el soldado don José, en la que el ansia de libertad de la protagonista choca con los celos del militar.
La versión de Bieito está desprovista de “clichés franceses y españoles” y su acción transcurre en la España de los años setenta. Los disfraces pintorescos de Bizet dejan paso a los uniformes militares y a la ropa de calle para los habitantes de Sevilla. La acción transcurre en un decorado minimalista compuesto por elementos simples como una gran bandera, una cabina telefónica o un toro de Osborne.
“Es un espectáculo sobre gente que vive al límite, que vive en la frontera”, afirmó Bieito. En las antípodas de la historia de amor y el crimen pasional, para el autor Carmen habla de la violencia de género y el don José interpretado por el tenor francés Roberto Alagna “padece un trastorno obsesivo-compulsivo y asesina a su expareja”.
El dramaturgo realzó en su adaptación el carácter sensual de la obra con una Carmen explosiva tanto en el plano vocal como físico. Una adaptación que no agradó a todo el mundo. El público aplaudió a los cantantes, en especial a Alagna, a Clémentine Margaine (Carmen) y a Aleksandra Kurzak (Micaela), pero Bieito compartió aplausos y abucheos cuando apareció en escena.
A algunas personas les afecta que se modifique una obra porque “quieren ver lo de siempre, pero eso sería el final de la ópera”, explicó. Nacido en Miranda de Ebro en 1963 y educado en Catalunya, el dramaturgo ha dirigido multitud de obras clásicas como Sueño de una noche de verano, Macbeth, Hamlet o Parsifal.
La reputación de transgresor que se ha ganado proviene de su interpretación radical de estas obras o por mostrar escenas de sexo. Llamado por algunos el “Quentin Tarantino del teatro”, Bieito, que dio sus primeros pasos en la dirección en la década de los noventa, debutó en la Ópera de París el año pasado con su adaptación de Lear.