COMO su propio nombre indica, el jamón es el gran protagonista del bar Jamonería, un establecimiento focalizado en los embutidos ibéricos, sobre todo el jamón, si bien ofrece también queso, conservas, morcilla, croquetas de jamón y empanada gallega. Todo de calidad seleccionada.
Allí, el jamón gana valor añadido en versión ración, pintxo, bocatas, minibocadillos... siempre preparados al momento. El buen jamón y el pan recién hecho forman un tándem de lujo, pero también lo sirven con setas, con pimientos, tomate o queso, por ejemplo. Y con tentadoras ofertas que combinan los ibéricos de bellota con una botella de crianza a un precio irresistible. De modo que estos sabrosos productos se puedan disfrutar sin disgustos para el bolsillo. Precisamente, su especialización en las cosas bien hechas y a buen precio es lo más atrayente del negocio.
También envasan el jamón al vacío, para quien prefiera comprarlo para llevar, y el vino lo venden por cajas a un precio interesante.
Para maridar no faltan los vinos y también cerveza, txakoli, mosto, agua y algún refresco. Incluso marcan la diferencia con porrones de vino y de cerveza, para no perder esta divertida forma de beber. El vino es de Rioja, con pocas referencias pero de calidad, marcas reconocidas por el cliente y a precio competitivo. Y en cuanto a la cerveza, se sirven también en jarra fría si así lo pide el cliente.
Con esta fórmula lleva dos años y medio conquistando a una clientela que ronda los 50/60 años en muchos casos. Para animarles organizan eventos, incluso con música en vivo como ha sido el caso de las bilbainadas, mariachis...
El bar Jamonería, ubicado en un local haciendo esquina, con cristaleras de techo a suelo y con gran terraza, brinda un espacio en el que sentirse a gusto en familia o con amigos.