Bilbao - Con el cartel de “no hay entradas” colgado desde varios días antes y habiendo generado una insólita expectación que ha dejado fuera a decenas de curiosos. Los jóvenes directores Guillermo Julián y Román Santiago no podrían haber imaginado un mejor estreno para su opera prima, Rendezvous, que se ha proyectado en el festival Fant de Bilbao, la misma ciudad que la vio nacer hace ahora cuatro años.

Apasionados del cine clásico de ciencia ficción de los 70 y 80, los directores han incorporado referencias a la saga Alien y a destacadas figuras como la de Arthur C. Clarke, Stanley Kubrick o John Carpenter para construir “una historia de personajes” enmarcada en un entorno retrofuturista. “Toda esa gente fueron unos visionarios e imaginaron un futuro que finalmente no llegó a ser; nosotros hemos intentado unir esas ideas para construir un paisaje clásico”, explica Santiago.

Esta atmósfera, aderezada con un toque ochentero, es el escenario elegido por una gran corporación internacional para modificar genéticamente a un niño, dotándolo de una inteligencia superior que podría dar solución a muchos de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad. El doctor Zilic (Iñaki Urrutia) tutela el proyecto con normalidad hasta que conoce a Laura (Natalia de Molina), la hija del magnate de la corporación, cruzando sus vidas con la soledad y la locura de un basurero espacial al que interpreta Alejandro de la Peña. Este encuentro desencadenará una serie de hechos que dejarán al descubierto todas las “grietas” que se esconden tras unos personajes irremediablemente abocados a dejar paso a “su lado más oscuro”.

Ilusión a raudales Junto a los protagonistas, el elenco incluye a conocidos actores vascos como Lander Otaola, Santi Ugalde, Alvar Gordejuela, Xabi Perurena, Alejandro Tejería, Ekain Bergado, Galder Pérez, Ramón Moro y Paco Sagarzazu. La película ha contado, además, con la colaboración del gallego Celso Bugallo, ganador de un Goya al mejor actor de reparto por Mar adentro. “Embarcar a todos en esto fue más fácil de lo que parece”, cuenta Julián, recordando que “en cuanto unimos Bilbao con ciencia ficción, notamos unas ganas tremendas de formar parte de ello”.

Esa “ilusión” que dicen ha sido el principal motor de la cinta les llevó hasta Zamudio, donde alquilaron un pabellón industrial en el que construyeron a mano todos los decorados, tratando sustituir unos modestos recursos económicos derivados de la financiación privada por grandes dosis de imaginación y creatividad.

“Aquí la película no se podría haber hecho de otra manera, porque es un país en el que no se explota la ciencia ficción”, opinan los jóvenes, quienes han optado por dar la vuelta a la situación y destacar la “independencia total” en la toma de decisiones de la que han disfrutado.

Con las fuerzas renovadas tras las buenas críticas en su primera proyección, el equipo de Rendezvous se prepara para continuar un viaje en el que ya figura una próxima parada: el festival Nocturna de Madrid. Tras él llegarán otras posibles citas y ya han establecido contacto con las distribuidoras que permitirían ver cumplida otra gran meta: ver su historia desde las butacas de una sala de cine.