BILBAO - Unas semanas después de haber alcanzado la mayoría de edad, el Museo Guggenheim Bilbao ahonda en sus fondos propios para presentar una exposición que agrupa las obras maestras de su colección que podrá ser visitada desde el próximo día 27 al 3 de abril de 2016.
La muestra, comisariada por Lucía Agirre incluye destacadas piezas de arte contemporáneo de la segunda mitad del siglo XX, dando inicio de esta manera a “un nuevo enfoque de la programación artística del museo” que daría respuesta, entre otras muchas cuestiones, a la necesidad de encontrar “un espacio fijo e idóneo” para poder mostrar algunas de las piezas más representativas que integran la colección, explican desde el Guggenheim.
Entre las obras más relevantes que componen esta exposición se encuentran el luminoso lienzo Sin título (2004) del pintor y artista del grabado Mark Rothko; La gran Antropometría azul (ANT 105) (1960) de Yves Klein, dominada por el inconfundible pigmento azul que el artista patentó con su nombre; las Ciento cincuenta Marilyns multicolores (1979) del estadounidense Andy Warhol; la expresividad del gran lienzo serigrafiado de Robert Rauschenberg, bajo el título Barcaza (1962-63); o el ciclo de pinturas Nueve discursos sobre Cómodo (1963) de Cy Twombly.
Presencia vasca Los maestros vascos Eduardo Chillida y Jorge Oteiza aportarán con sus trabajos una referencia a la escultura de posguerra, mientras que los artistas alemanes Anselm Kiefer y Gerhard Richter y los estadounidenses Julian Schnabel y Jean-Michel Basquiat también contarán con su sitio en este recorrido artístico. En el caso de Basquiat, además, Guggenheim Bilbao organizó recientemente una retrospectiva sobre su obra, que pudo contemplarse hasta el 1 de noviembre.
Otras de las obras maestras que destacan desde la organización son El diluvio (1990), de Miquel Barceló, y el conjunto de lienzos que conforman La habitación de la madre (1995-97), de Francesco Clemente, una obra que evoca los murales decorativos de los palacios medievales y renacentistas. Estas piezas “reflejan la vuelta a la pintura que tuvo lugar en los años ochenta, con movimientos como el neoexpresionismo o la transvanguardia”.
Desde sus inicios, el Guggenheim Bilbao ha ido conformando una colección de significativas obras de arte que recorren el periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XX hasta llegar a nuestros días. - L. E.