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Miren de Miguel: “La perseverancia tiene su premio”

La bilbaina Miren de Miguel presenta en el festival Fringe de Edinburgo ‘Tutte Contro Verdi’, una performance operística basada en su propio conflicto como mujer y artista

Miren de Miguel: “La perseverancia tiene su premio”Foto: DEIA

un juego entre la música, el cuerpo y el teatro dio origen a Tutte Contro Verdi, estrenada hace dos años en el atrio de las naciones de Azkuna Zentroa gracias a una pequeña beca que concedieron a de Miguel. “Un montaje maravilloso en el que yo estaba dentro de un andamio y tenía el apoyo de una pantalla gigante”. Historia de mujer que llevó a través de distintos pueblos, universidades y con la que llegó a Italia. “Hasta que pensé, me gustaría llevar este show a un gran festival”. Gracias al Ayuntamiento de Bilbao, pero también a pequeñas instituciones y fundaciones, “personas que me han escuchado cantar y se han emocionado”, de Miguel está cubriendo los elevados gastos del evento. “Son mis mecenas, así que me debo a ellos, es importante mostrar algo interesante y que guste sobre el escenario”.

En Edimburgo la artista creará atmósferas jugando con cuerdas, “medios básicos que ahogan, atan y empoderan”. Enfundada en un precioso vestido-joya de Peio Durán, que forma parte de la escenografía, recreará la acción. El cuerpo es un elemento indispensable y en cada audición Miren necesita moverse, “porque si no parezco un robot”. “La expresión corporal siempre ha estado dentro de mí, pero hay que desarrollarla”. Solo Pavarotti y algún otro divo traspasan con la voz, sin apoyarse en el cuerpo como parte fundamental de la interpretación. De Miguel saca la voz natural, sin impostar o fijar la voz en las cuerdas vocales todo el tiempo. “Soy soprano y he aprendido a quitar y poner cuando la acción lo requiere”.

Bilbao en el mundo La ciudad escocesa se convertirá dentro de unos días en un gran escenario, donde más de tres mil actuaciones despliegan sus dotes creativas. El Fringe empieza el seis de agosto, son doce días seguidos de actuaciones, con un ensayo diario de cuatro o cinco horas, media hora para montar y media para desmontar, apunta la artista. “Es muy complicado que el teatro previamente seleccionado acepte tu proyecto, así como conseguir los fondos para ir, porque cada compañía tiene que pagar por alquilar los espacios expositivos”. “Miren tiene muchísimo mérito llegando por sus propios medios a donde ha llegado”, explica Heidi Jack, artista y asistente en Icot 2015. La International Conference On Thinking trajo a Bilbao a Richard de Marco, cofundador del Fringe, un destacado productor artístico, de ochenta y cinco años y energía inagotable, que se enamoró de Zawp y hACERIA y ha cedido su lista de contactos para promocionar la obra en la capital escocesa. “Como compañía estable somos los primeros en ir al Fringe. Quiero vender Bilbao al mundo y el Ayuntamiento vendrá conmigo a Edimburgo”, añade Miren de Miguel.

Manu Gómez Álvarez, cabeza creativa en hACERIA arteak y Zawp Bilbao y director de Tutte Contro Verdi es una figura fundamental para de Miguel. “Sin su apoyo nada hubiera sido posible, creí en él porque es muy inteligente artísticamente, sabe bien qué funciona y tuvo la generosidad de crear conmigo esta producción”. Fluyendo con espontaneidad y haciendo “cosas en las que creo”, la soprano dice haber crecido como artista. Ha sido un “working progress”, un tirarse a la ría literalmente, con unos medios muy escasos. “Manu me quitó la súper exigencia que tenemos los de clásico, la tirantez de hacer todas las notas perfectas”.

Libertad y transgresión El clasicismo lleva a la rigidez, pero la música provoca una alquimia, un sentimiento producido por la vibración del cuerpo humano que mueve las emociones más íntimas. “En mi espectáculo he visto llorar a muchos hombres. El otro día, un surfero rasta no paraba y yo pensé, chiquillo, ¿qué te pasa?”, recrea la artista entre bromas”. “Después de años de estudio musical, haciendo personajes clásicos, como soy tan feminista, por convicción, pensé, ¿de qué manera puedo enriquecer mi trabajo?”. De Miguel decidió utilizar sus arias preferidas para crear un repertorio personal, “aún no siendo las que mejor empastan con mi voz”. Salir del estilo operístico tradicional y evolucionar hacia registros insospechados.

Una soprano debe hacer cosas diferentes, incide la autora, licenciada en Ciencias de la Información, alumna de la escuela de teatro de Getxo y del Conservatorio, donde terminó la carrera de canto. “Una vez que sales del Conservatorio tienes la necesidad como artista de investigar, así que fui a Madrid y estudié en la escuela de Corazza, donde también lo hizo Bardem, perfeccioné mi trabajo en Italia y seguí cantando y actuando”. “Recientemente he conseguido una beca para presentar una creación en el Teatro Arriaga. Vi la oportunidad, me lancé a la piscina y decidí escribir un guión teatral, que se estrenará el año que viene. Les dije a las niñas, cerrad la puerta que ama va a escribir, esto son chines. Y mi hija contestó, ¿si te dan el premio me comprarás una Nancy? Mira, te voy a comprar una bici, así que tuve que comprarla, recuerda la soprano.

Creación propia La condición femenina impera en la representación teatral, pero también en el día a día de Miren de Miguel. “Tengo hijas y no puedo estar aquí y allá cuando quiero, pero tampoco puedo permanecer quieta, ni esperar a que me vengan a llamar, así que empecé a crear mis propias obras, no sé si por prepotencia o por necesidad”. Creación que decidió mostrar en un festival que nada tuviera nada que ver con la realidad cultural española. Eligió el de Edimburgo por su singularidad, la capital escocesa es la meca del descubrimiento de nuevos talentos y una gran oportunidad para personas como Miren, que quieren enseñar al mundo su trabajo, explica Heidi Jack.

“Creo que la perseverancia tiene su premio y esta es mi ilusión, cuando estás en el mundo de la creación artística, ¡un mundo tan bonito!, te salen menos arrugas”, concluye la soprano bilbaina, entre bromas.