Noche de fusión tropical y flamenca en el Festival de Jazz de Gasteiz
La cita musical cerró ayer su 39ª edición en Mendizorrotza con las actuaciones de Herbie Hancock y Chick Corea
gasteiz - Niño Josele y Estrella Morente ofrecieron en la penúltima jornada del Festival de Jazz de Gasteiz una fusión, creíble y sosegada, de melodías brasileñas por un lado, y su esencia flamenca por otro, en un concierto mano a mano y con un sonido perfecto.
Venían a presentar su Amar en Paz, un disco de aires brasileños cantados en castellano, con la producción de Fernando Trueba y editado en su Calle 54 Récords. No es nada nuevo, hace décadas ya que el flamenco viene relacionándose con naturalidad con otros muchos estilos. Como hizo Enrique con Lagartija Nick en Val Del Omar, Lole y Manuel en Nuevo Día o Triana en El Patio ambos en el año 1975, o como es el caso de los hermanos Amador con Kiko en Veneno.
Niño Josele es un guitarrista de categoría especial. No necesita que el estilo sea muy flamenco para expresarse, porque transmitir emociones, estados de ánimo, transmitir belleza no entiende de latitudes. Él lo hace de manera natural, como cuando interrumpe una melodía para pedir una toalla y secar las cuerdas de su guitarra.
Sin embargo no es naturalidad lo que le sobra a Estrella. Su técnica es impecable y su voz bonita, pero tiene dificultades para transmitir, porque resulta, hasta cierto punto, pretenciosa. Es un defecto que no es ajeno a otros muchos músicos, pero parece difícil de corregir en una cantante. Por eso cuando ella salía del escenario, y Josele se explicaba con su guitarra, la comunión era absoluta y cuando ella volvía, había más dificultades para entenderse con el público.
Para comenzar, Anat Cohen se presentó con la brillantez de su clarinete por delante, y tres músicos más en escena. Piano, contrabajo y batería han sido el complemento para un estilo que ha comenzado muy jazz, para, poco a poco, ir reconociendo otros orígenes. Tenía que ser así tratándose de una joven de Nueva York, una de las ciudades más productivas y reconocibles cuando de música se trata, aunque Anat sea originaria de Tel Aviv.
Anoche el festival gasteiztarra cerró sus puertas hasta la próxima edición, que será la número 40, con una música, una vez más, universal. Herbie Hancock y Chick Corea, solos frente a sus respectivos teclados, en un concierto que ha pasado a formar parte de una gira única. - Efe
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