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El Teatro Arriaga se pasa al cine para el rodaje de ‘Gernika’

Las inmediaciones del edificio bilbaino se llenaron durante el día de ayer de multitud de curiosos que no quisieron perderse el rodaje de una de las escenas principales de la película de Koldo Serra, que estos días se rueda en Bilbao

El Teatro Arriaga se pasa al cine para el rodaje de ‘Gernika’J.M.M.

ATAVIADO con una larga gabardina beis, James D’Arcy recorre con paso firme los escasos metros que lo separan de un autobús turístico. En él embarcará, junto a otros tantos periodistas que se encuentran cubriendo las informaciones en el frente de combate, para disfrutar de un viaje que los llevará a conocer lugares emblemáticos de la costa vizcaina como las sinuosas escaleras que visten la ermita de San Juan de Gaztelugatxe.

Con gesto serio enciende su cigarro y se aproxima a una sonriente Bárbara Goenaga, que pasa lista a la entrada del vehículo. De pronto se oye un: “¡Cut!”. A este sonoro aviso le sigue un: “¡Corten!”, que devuelve a la realidad a los allí presentes, el equipo de rodaje y los numerosos curiosos que durante todo el día de ayer se acercaron hasta la plaza del Teatro Arriaga de Bilbao.

Las inmediaciones del edificio bilbaino retrocedieron en el tiempo hasta 1937 para acoger el rodaje de una de las secuencias principales de la película Gernika, dirigida por Koldo Serra, que finaliza hoy su etapa de grabación en la capital vizcaina. “Llevamos ya varios días en Bilbao, pero la que se está rodando en este momento es una secuencia muy importante porque en ella se presenta a la ciudad y se conocen entre ellos los seis protagonistas de la historia; además, a nivel de producción es potente con todos los figurantes y los coches de época”, explicaba ayer, a pie de rodaje, José Alba. Él es uno de los productores de esta ficción rodada en inglés, euskera, castellano y alemán que contará con una distribución internacional a cargo de Sony Pictures y cuyo presupuesto, “muy por encima de lo habitual en el cine español”, alcanza los seis millones de euros.

amor en el frente Con el bombardeo a la villa foral como telón de fondo, Gernika narra la historia de amor entre dos periodistas que se encuentran cubriendo las informaciones en el frente norte: Henry y Teresa. A través de D’Arcy, quien da vida a Henry, Serra y su equipo buscaban “recrear el espíritu de esos corresponsales de guerra como Robert Capa o Ernest Hemingway”. La inspiración principal de la que bebe Henry, no obstante, no es otra que el periodista británico George Steer, “que fue el único que publicó lo que realmente ocurrió en el bombardeo de Gernika”, desvela Alba. “Él encarna un poco a todos ellos”, añade.

D’Arcy comparte plano con María Valverde (Teresa), la editora de la oficina de prensa republicana por la que se sentirá atraído y que será quien trate de infundirle la pasión por contar la verdad de lo ocurrido. El tercer vértice de esta relación lo conforma Vasyl (Jack Davenport), el jefe ruso de Teresa que trata de cortejarla. A ellos se suma un largo elenco de actores que cuenta con nombres tan conocidos como Bárbara Goenaga, Alex García, Elena Irureta, Víctor Clavijo, Joaquim Assboeck o Ingrid García- Jonsson.

conexión especial A pesar de que toma como referencia este hecho histórico acaecido en Gernika, el productor americano Daniel Dreifuss subraya que no se trata de “un documental sobre el bombardeo”. Y es que aunque reconoce que existe “una preocupación enorme por la autenticidad histórica de los eventos”, Gernika posee también “una línea narrativa de ficción, de película” al igual que “ocurre con muchas grandes películas históricas”, según sus palabras. “Queremos mostrar a la gente que quizás no recuerda o no ha oído hablar sobre ello este momento por la lucha de la libertad que fue clave en la historia del siglo XX”, resume.

En ese sentido, es consciente de que el estreno podría suscitar diferentes reacciones, algo para lo que “estoy preparado, porque me encanta que surja el debate siempre que haya diálogo”. Dreifuss, que afirma sentir un gran interés por el cine histórico, guarda además una conexión especial con Euskadi.

Según cuenta, desde hace tiempo había querido trabajar en una película sobre el bombardeo de Gernika porque sus abuelos, judíos alemanes, fueron enviados al campo de concentración de Gurs, en la región francesa de los Pirineos Atlánticos. Precisamente, Gurs albergó en el año 1939 a muchos refugiados vascos de la Guerra Civil pero, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, se transformó en un campo de concentración al que fueron enviados los ascendentes de Dreifuss. “Recuerdo que cuando era pequeño mi abuela me contaba que había vivido en un sitio en Francia en el que cuando llegaron ya había gente que se marchó de Euskadi y de Cataluña, y yo no entendía por qué; cuando ya fui más adulto y me puse a estudiar el tema de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial me enteré de lo que significaban los campos de concentración y los españoles que estaban antes en ellos”, apostilla.

“Es curiosa esa conexión especial que existe entre los refugiados de la guerra, que se fueron de este país, y mis abuelos, a los que enviaron luego allí; de forma indirecta esta película también habla de la historia de mi familia, aunque trate sobre un tema universal como es la lucha por la democracia”, concluye.