EN la tercera parte de la saga El Padrino, del director Francis Ford Coppola, se puede ver una de las escenas más impactantes de toda la trilogía. Cuando Mary va encontrarse con su padre Michael Corleone a la salida de la ópera de Sicilia, el asesino contratado para asesinar a Michael dispara, pero su tiro no da en el blanco: Michael apenas sufre un rasguño, pero Mary recibe un tiro en el pecho que la mata instantáneamente.
Como música de fondo suena el Intermezzo de la ópera de Mascagni, Cavalleria rusticana. Esta es la ópera que se representaba esa noche en el teatro. Y esa música es la que acompaña a uno de los momentos interpretativos mejores en la carrera de Al Pacino: el dolor de ver a su hija muerta.
El cine se ha acercado en muchas ocasiones a la ópera... y la ópera al cine. Joan Anton Rechi, director de escena, ha apostado por una lectura cinematográfica para la nueva producción del doble programa de Cavalleria rusticana, de Mascagni, y Pagliacci, de Leoncaballo, que conforma el cuarto título de la temporada de la Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera (ABAO). “Pertenecemos a una generación cuyos referentes son cinematográficos; ha cambiado mucho la forma de percibir la información. Esta inmediatez hay que transmitirla también a la ópera, porque el espectador tiene un grado de atención diferente de cuando se estrenaron estas obras. Yo intento jugar con elementos del cine y llevarlos a los escenarios: cámaras lentas, saltos del tiempo... Se utilizan poco en el mundo de la ópera, pero permiten al espectador seguir bien las historias y vivir las emociones”, explica el director escénico.
Para esta producción contará con una escenografía de corte neorrealista que representa la plaza de un pueblo cualquiera del sur de Italia o del estado español, por la que se moverán los interpretes de estos dos exponentes del verismo. Pero, advierte Rechi: “No va a ser una Cavalleria rusticana y Pagliacci tradicionales, no va a haber números costumbristas, como habitualmente los hay. Soy muy fiel al verismo y a lo que querían hacer los autores en las dos obras, pero intento leer las historias desde un punto de vista moderno, actual. He buscado, sobre todo, un espectáculo que emocione, que entre por los poros de la piel, que vaya directamente al estómago. Quiero que el público escuche estas historias de amores traicionados, honores despechados y venganzas pasionales y las disfrute sin tener que pensar”.
cantantes-actores La propuesta de Rechi, que subirá a escena los próximos días 25 y 28 de abril y 1 y 4 de mayo en Euskalduna, está protagonizada por un elenco de cantantes-actores de primer nivel en el mundo de la lírica. El tenor norteamericano Gregory Kunde debuta, con estas óperas, en una temporada de la ABAO y en los personajes de Turiddu (Caballeria) y Canio (Pagliacci) en una temporada repleta de actuaciones en grandes escenarios del mundo, tras superar un cáncer hace cerca de dos años. El reparto de Cavalleria rusticana se completa con la mezzosoprano Daniella Barcellona, que acaba de llegar de cantar en el Metropolitan de Nueva York; y el barítono Luca Grassi, que también repite, como Kunde, en el reparto de Pagliacci.
En Pagliacci, la protagonista femenina será la soprano franco-albanesa Inva Mula, que actuará por séptima vez en una temporada de la ABAO.
Cavalleria Rusticana transcurre en el día de Pascua de una aldea de Sicilia a finales del siglo XIX. Allí tiene lugar el drama protagonizado por Santuzza, su prometido Turiddu, su antiguo amor (Lola) y el esposo de esta (Alfio). La historia de Pagliacci traslada a los espectadores a un pueblo de Calabria durante la fiesta de la Asunción de la Virgen. La llegada de una compañía de teatro dispuesta a poner en escena a los personajes de la antigua Commedia dell’arte italiana hará temblar la línea que separa realidad y ficción cuando la historia representada en escena se mezcle con la de los propios artistas.
El reto de hacer este programa doble, tras 27 años de ausencia en las temporadas de ABAO, era para Joan Anton Rechi, no hacer dos óperas sino un único espectáculo con continuidad. “He visto varias veces este doble programa, pero se suele representar independientemente, un espectáculo después de otro. Me apetecía mucho abordarlo como una única historia, en la que pasaban dos tragedias. En la primera, hay un hombre que muere por una mujer, que está casada. Y en la segunda, una historia también trágica, de celos y de engaños. Creo que lo hemos logrado uniéndolas de una manera muy particular. Sobre todo, gracias a la complicidad de los artistas de Cavalleria, que son los que primero aparecen, que se prolongan un poco y aparecen en Payasos para darle esta unidad. Le da una gran dimensión a las dos historias. De todos modos, también habrá alguna sorpresa más”, explica Rechi, sin adelantar de momento más datos.
Rechi confía en que la producción de la ABAO se pueda ver en otros teatros, “aunque soy consciente de que será difícil volver a reunir un reparto como este. Son estrellas de la ópera y además, se ha producido una energía muy especial durante la creación de esta nueva producción. Bueno, eso es también lo mágico que tiene el teatro y la ópera. Se asiste a un acto absolutamente único, el siguiente será diferente, también único”.
De momento, a este director escénico sus nuevos proyectos le llevarán a Londres, donde se representará la reposición de Carmen, de Calixto Bieito; con el que Rechi se ha formado, y a Bogotá, con una producción de Salomé. Rechi, que comenzó como actor y luego se dedicó a la dirección en el teatro, ha decidido decantarse definitivamente por la ópera. “El nivel de emociones que se siente cuando oyes cantar a los cantantes se vive muy pocas veces en el teatro”, confiesa este director escénico, que acaba de estrenar también L’elisir d’amore con gran éxito en Alemania.