Donostia - El miércoles comenzará en Madrid la 34ª edición de ARCO, la feria internacional de arte contemporáneo que hasta el 1 de marzo reunirá a 218 galerías de 29 países. Como en los últimos años, solo dos de ellas son vascas: la bilbaina Carreras Múgica y la donostiarra Altxerri, cuyo director, Juan Ignacio García Velilla acudirá a la cita con “buenas expectativas”.
Por cuarta vez en su historia, la galería guipuzcoana llevará a Madrid obra de Esther Ferrer (Donostia, 1937), aunque en esta ocasión la artista donostiarra afincada en París no compartirá estand con ningún otro creador, sino que será ella quien acapare en solitario el espacio de Altxerri con 52 obras. Según destacan desde la galería, se trata de “maquetas y fotografías intervenidas” que abordan los temas centrales sobre los que la artista ha reflexionado desde los años 70, como “la impronta del tiempo reflejada en su cuerpo como medio expresivo y el feminismo, entre otros”.
Si en ocasiones anteriores Altxerri mostró trabajos menos conocidos de la autora, como las series geométricas de los números primos y El triángulo de Napoleón, esta vez se han decantado por obras más reconocibles. Muchas de ellas fueron expuestas el año pasado en una importante exposición realizada en el centro MAC/VALde París. Así, en el estand de 50 metros cuadrados el visitante encontrará varias piezas de Elle était lá, serie fotográfica iniciada entre 1977 y 1984 que después ha modificado por ordenador, o muestras de sus manos feministas o sus cabezas metamorfoseadas. Casi todos son trabajos de pequeña o mediana escala porque no han querido producir nada grande “para epatar” al estilo de las exposiciones que montan algunas instituciones, sino poner a la venta obras realizadas íntegramente, de principio a fin, por Ferrer.
García Velilla aclara que decidió participar en ARCO con la creadora donostiarra meses antes de que el Ministerio de Cultura le concediera en noviembre de 2014 el Premio Velázquez. De los precios, el galerista dice que “aún no están fijados, pero no son altos y sorprenderán a los compradores, que podrán adquirir obra por cantidades que oscilan entre los 2.000 y los 6.000 euros”. No lleva cosas “agresivas” como la serie de juguetes pornográficos o los desnudos de Ferrer. Con todo, reconoce que su obra “no es fácil ni decorativa”, pese a lo cual las expectativas de venta son “muy buenas”.