Getxo - A los nervios que revolotean en el estómago de forma incontrolada para ese artista que por primera vez muestra su trabajo a los ojos del público gracias al escaparate de Getxoarte, se sumarán este año otras sensaciones: las de satisfacción, por adquirir más conocimientos, y las de confianza, por saber un poco mejor cómo funciona el mundo profesional. Y es que la nueva edición del salón getxotarra se renueva, revoluciona y da un salto para añadir a su carácter expositivo otras actividades como la formación a los participantes y al público y el servicio de guía para asesorarles en su salida al terreno laboral.

Pese a la metamorfosis de Getxoarte, su eje central continuará siendo la exhibición de obras de artistas noveles. La carpa de la Plaza de la Estación de Las Arenas -su ubicación original tras la experiencia del pasado año de exposición en establecimientos comerciales y hosteleros del municipio- acogerá entre el 7 y el 9 de noviembre los proyectos de treinta creadores que no se han enfrentado aún al examen del público. Por primera vez, habrá trabajos procedentes del Estado, seis, y 24 vascos, de los que cuatro llevan firma de getxotarras. El jurado seleccionó estas obras de entre 117 para conformar una muestra que refleja la tendencia actual de “descompartimentación”, tal y como señaló ayer el nuevo comisario de Getxoarte, Eduardo Hurtado. Es decir, la pintura no es solo pintura, la escultura no es solo escultura y la fotografía no es solo fotografía. Todas las disciplinas se mezclan, se abrazan y conviven en un único marco. “Los artistas trabajan de forma multimodal”, aclaró el comisario, que, asimismo, indicó que el perfil de los participantes es “mujer de 26 años extremadamente formada que ha terminado la carrera y es multidisciplinar”.

Para completar los estudios académicos de los participantes con un enfoque diferente, el salón getxotarra incorpora un programa educativo que estará dirigido tanto a ellos como a los visitantes a la galería. “Habrá conferencias, charlas, visitas guiadas y talleres infantiles. Es una iniciativa pensada para cubrir las necesidades de los artistas participantes con conferencias y presentaciones, para acercar al público general al contexto del arte contemporáneo, mediante visitas guiadas diseñadas por una comisaria externa, y para introducir a los más pequeños en los entornos creativos con talleres específicos”, explicó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Getxo, Koldo Iturbe. Además de ello, el salón se plantea ser un guía para los jóvenes creadores que se estrenan en la jungla laboral. “Se trata de apoyar a estas treinta personas para que no sufran ante el abismo que existe cuando terminan los estudios, ayudarles a que entiendan cómo funciona el sistema, cómo se toca la puerta de una galería o de un museo para que exponga sus obras...”, comentó el comisario de esta edición.

Conocer y sentir “Queremos que los artistas se lleven una experiencia formativa y emocional”, agregó Hurtado, que estuvo al otro lado de Getxoarte, en el visible de las exposiciones, hace cinco años, lo que supuso “un punto de inflexión” en su trayectoria: “Lo fue para mí y para muchos artistas que han pasado por aquí”. Getxoarte alumbra el camino de los jóvenes creadores y da luz a la vida de la localidad, “un referente cultural al que ha intentado ayudar la Diputación para que no se sienta solo”, tal y como admitió el director general de Cultura del ente foral, Gonzalo Olabarria.

Finalmente, el salón aporta otra novedad: el jurado seleccionará una obra que recibirá un premio de 2.000 euros y será incluida en la colección de Getxoarte que, a través del convenio establecido con el museo Artium de Araba, se expondrá en sus instalaciones.